(Por Francisco J Cantamutto) El debate del momento económico se centra en la llamada ley anti-despidos. ¿Qué hay en juego?

Por acuerdo entre diversos bloques de diputados, se espera aprobar en la sesión de mañana jueves el proyecto con media sanción enviado desde el Senado. El proyecto en cuestión prevé la suspensión de los despidos por 180 días, un plazo menor que el proyecto original discutido en la Cámara de Diputados. El presidente Macri dejó entender y confirmó el Ministro del Interior Rogelio Frigerio, en caso de aprobarse, el Poder Ejecutivo vetaría la ley.

El proyecto original promovido por la izquierda en el Congreso, ganó impulso cuando las centrales sindicales se presentaron ante Diputados reclamando alguna medida de contención ante el deteriorado escenario social. A pesar de la negativa del gobierno de Cambiemos a reconocer el marcado deterioro social, y el bloqueo estadístico provocado por la no publicación de datos del INDEC, semana a semana se suman consultoras privadas que constatan la ola de despidos. Unade las últimas en sumarse fue Tendencias económicas, que encontró casi 140.000 despidos en la etapa Cambiemos. Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino de la AFIP confirman que la cantidad de empleados en el sector privado bajo condiciones de formalidad cayó respecto de 2015 en no menos de 20.000 personas. La ola de despidos es una realidad y requiere una veloz respuesta. La propuesta era declarar la emergencia ocupacional nacional hasta fin de año, y retroactiva a marzo, prohibiendo los despidos.

La multiplicación de proyectos fue la jugada del gobierno para dilatar el debate mediante la confusión de posibilidades. Para esto, contó con la complicidad de diversas fuerzas políticas. La reunión de Macri con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, rindió frutos, pues esta fuerza inició una ronda de debate sobre una ley propia con supuesto énfasis en las PyMEs, que pasarían a ser el argumento de extorsión en el debate. La ley, sin embargo, sólo promovía mecanismos de contención de la crisis para este sector empresarial –que, vale la pena remarcar, abarca empresas de hasta 500 empleados- dejando el nudo del problema sin ninguna mención: los despidos en las grandes empresas. Este sector concentrado del poder, a pesar de haber recibido todos los beneficios de las políticas del gobierno, están aprovechando para suspender y cesantear masivamente. Como mecanismo de “purga” del capital, la idea de una crisis es suficiente para despedir, sin comprobación fáctica. La falta de control y la “señal” del Estado al despedir sin causa justa (toda la pantomima de los nunca comprobados “ñoquis”) promovieron esta práctica.

Por su parte, el gobierno presentó la ley de Primer Empleo, un revival de la flexibilización de la Convertibilidad, donde se quitaban contribuciones patronales para aquellas empresas que contratasen jóvenes. Aunque ciertamente este sector social es víctima de toda clase de abusos con la excusa del aprendizaje y la falta de experiencia (que se volvieron legales merced de las reformas laborales menemistas, que habilitaron los contratos basura aún vigentes), el proyecto del gobierno no apunta a resolver esto, sino a precarizar aún más. La pérdida de contribuciones patronales como mecanismo para abaratar el empleo no ha resultado antes en Argentina ni en otros países, pues no reconoce límite para lo que el empresariado puede exigir sin dar nada a cambio. Lo único que produce es pérdida de recursos fiscales, situación que termina sirviendo para justificar la necesidad de nuevos ajustes.

El propio FpV apuró el proyecto alternativo en el Senado, que sólo alcanza los 180 días a partir de la aprobación de la ley. Rápidamente aprobado, la presidenta de la Cámara, Gabriela Michetti, dilató lo más que pudo el envío a la otra Cámara, pero cedió ante la presión social. La mayoría de las fuerzas ha anunciado su interés por aprobar este proyecto, incluso el Frente Renovador. Se prevé por ello su aprobación, no sin debate. A los pedidos de aprobación urgente de las centrales sindicales, expresados en la masiva manifestación del 29 de abril, se sumó la semana pasada la presencia organizada de las PyMEs en el Congreso. Sus cámaras representativas (APYME, CEEN, CGERA, CAME y CADIEEL) dejaron claro que no se oponían a la ley, porque el problema no estaba en los despidos sino en el plexo de medidas tomadas desde el 10 de diciembre, que incluye, pero no se limita a, la devaluación, el tarifazo, el aumento del combustible, la liberalización del comercio y el aumento de las tasas de interés. Es que para una empresa pequeña, el costo de una indemnización es tan prohibitivo como su doble, no es el eje del problema.

En cambio, el llamado Grupo de los 6, una nueva confluencia organizada de lo más concentrado del capital, hizo expreso su repudio a la ley. El conjunto del empresariado más poderoso (la Unión Industrial, Adeba, la Bolsa de Comercio, Sociedad Rural, la Cámara de la Construcción y la Cámara Argentina de Comercio) se encuentra despidiendo masivamente en este momento. Consideraron –en consonancia con el gobierno- que esta ley era una mala señal porque “modificaba las reglas de juego”. Bajo esta lógica, se debería cerrar el Congreso, pues toda nueva ley es por definición una regla. Haciendo abuso de la política de la expresión de deseos, el gobierno y el Grupo de los 6 afirma que es necesario cuidar el “clima de inversiones” para que el segundo semestre haya reactivación. Conocida excusa, este “clima” parece alterarse con cualquier política que toque sus intereses.

Por esto mismo, el gobierno ya ha expresado su decisión: vetará la ley. Esto es de suma gravedad y sirve de muestra de lo que Cambiemos entiende por democracia: cada quien dice lo que gusta o piensa, y luego se impone la decisión de quien tiene más poder. Se trata de una demagogia de la peor calaña.

Pero contra su propia voluntad, Macri se vio obligado a proponer alguna alternativa ante los despidos. Por eso, firmaron un pacto con cerca de 200 empresas, que expresaron “querer comprometerse en mantener la plantilla”. Además de ser notable cómo diluyen su responsabilidad, ni siquiera pudieron afirmar no despedir, sino mantener el número total –lo cual, en el contexto de falta de control estatal, permite las peores prácticas de reemplazo de trabajadores/as en peores condiciones. Las fuerzas organizadas del capital concentrado no están dispuestas a conceder, menos cuando tienen un gobierno que las defiende a toda costa.

Sin lugar a dudas, la ley antidespidos es una propuesta defensiva, que no puede alterar el rumbo de la valorización del capital y sus consecuencias. Pero es una ley necesaria para poner freno a la brutal ofensiva contra la clase trabajadora, y debe servir como punto de confluencia mínimo contra las ambiciones revanchistas de Cambiemos.

El abogado Guillermo Néstor Montezanti, hijo del ex espía del terrorismo de Estado y ex camarista federal Néstor Luis Montezanti, y el empresario Gustavo Elías, titular de Chenyhi SA y copropietario de la radio La Brújula 24, aparecen vinculados en la compañía offshore Tranway Finance Ltd. con domicilio en la capital uruguaya, según la nueva apertura de los Panamá Papers.

Así lo adelantó a FM De la Calle Sandra Crucianelli, incorporada recientemente al equipo de periodistas argentinos con acceso a la enorme filtración de datos que el periódico alemán Süddeutsche Zeitun compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

“Hay una empresa situada en las Islas Vírgenes Británicas que se llama Tranway Finance Ltd, y es Guillermo Néstor Montezanti quien fija domicilio en la misma oficina que Gustavo Fabián Elías, que es el vicepresidente de la Unión Industrial, y triangulan la formación de esta compañía a través de un estudio llamado Estudio Víctor Paullier, que sería el facilitador, así como acá el currier o el facilitador para los Torello fue Diego Polini, en este caso ellos recurrieron a un facilitador uruguayo para crear Tranway Finance Ltd”, dijo en diálogo con el programa En Eso Estamos.

Tras la segunda apertura parcial de la documentación sobre paraísos fiscales, Crucianelli identificó además a los bahienses Michel Medus y su esposa Fabiana Limanski, María Eugenia Torello y Juan Martín Luque, Diego Polini, entre otros.

“Es gente con muchos millones de dólares armando compañías en paraísos fiscales. Podemos hablar de una maniobra de elusión impositiva, a nadie le gusta pagar impuestos, pero también podemos pensar en maniobras de lavado o de evasión fiscal, que son delitos. Acá la AFIP tendría que ver si esas empresas están declaradas”, explicó.

Según publicó Crucianelli, las Islas Vírgenes Británicas, ubicadas al este de Puerto Rico, en el Mar Caribe, suman un total de 40 islas, de las cuales sólo 11 están habitadas. La más grande es Tórtola, sede de todas las empresas de los citados bahienses. Entre los beneficios que obtienen allí, se cuentan: no pagar ningún tipo de impuestos; privacidad, la información no queda registrada en ningún repositorio web; costos competitivos; y la posibilidad de dedicarse a cualquier tipo de negocio.

Más información:

Panamá Papers: Los Vínculos entre Elías, Montezanti y el Transporte

 

Se realiza hoy una nueva protesta contra las grandes cadenas de supermercados formadores de precios ante los constantes aumentos. La Jornada nacional “#SúperVacíos” es impulsada la CTA Autónoma, la Asociación “Consumidores Libres” y la Defensoría de la Tercera Edad, entre otras organizaciones.

“Estamos en una situación muy complicada, estamos a un mes de la anterior protesta que fue realmente muy significativa, muy exitosa, más de un 80 por ciento de ausencias respecto a días similares en los supermercados, esperemos que hoy esto se repita y en lo posible sea superado. Pero fundamentalmente estamos advirtiendo que los sectores más vulnerables de la sociedad no dan más”, dijo a FM De la Calle el titular de la Defensoría porteña, Eugenio Semino.

El control de los valores de los productos “es una responsabilidad combinada entre los grandes formadores de precios como son las cinco cadenas de supermercados y obviamente el gobierno en representación del Estado através de generar políticas activas para evitar este verdadero desastre”. Ante la falta de respuesta al pedido de audiencia al presidente Mauricio Macri tras el prier boicot, las organizaciones convocantes no descartan llevar adelante presentaciones ante la justicia para que se cumple la Ley de Defensa del Consumidor y de la Competencia.

Durante el anuncio de la iniciativa, productores rurales de Federación Agraria “presentaron una cantidad de productos, sobre todo alimentos frescos con el precio que se le paga al productor y el precio que está en la góndola. Cuando uno lo ve es impactante porque en general como hemos perdido toda noción los argentinos de precios de referencia, nos quedamos con lo que vemos al momento de comprar, pero había hortalizas que se le paga un peso o 0,80 y están cincuenta pesos en la góndola después”.

El fundador de Consumidores Libres, Héctor Polino señaló que “con la devaluación del peso y la quita de retenciones al agro y la industria se produjo un fenomenal aumento de precios. Las remarcaciones comenzaron, incluso antes de que asumiera el gobierno, en los primeros días de noviembre”.

“Sabemos que por no comprar durante un día no se da la solución, pero la experiencia del 7 de abril ya nos demostró que si nos unimos por reclamos justos, podemos dar un fuerte mensaje tanto a los grandes comercios que abusan con los precios, como a quienes gobiernan y no toman medidas al respecto”, afirma la convocatoria.

(Por Julio Gambina) Los datos de la economía argentina son preocupantes y combinan el estancamiento con la elevación de los precios, un combo destructivo para la mayoría de la población con ingresos fijos y bajos.

Con el estancamiento derivado del enfriamiento deliberado de la actividad económica, producido por el Gobierno Macri, la consecuencia directa es pérdida de empleos, y por ende suspensiones y despidos, o chantaje empresario para bajar sueldos a cambios de empleo.

La respuesta empresaria, de los que pueden establecer precios, apunta a cambiar volumen de ventas por precios, asegurando rentabilidad. No importa que el gobierno les solicite mesura, y mientras pueden, aumentan precios en resguardo de su tasa de ganancia.

Queda claro que los perjudicados son la mayoría de la población argentina, con bajos ingresos y evolucionando por debajo de la inflación. En una estimación reciente realizada con informes del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, la inflación del último año transcurrido, a abril del 2016, supera el 40%. Las proyecciones para todo el 2016 apuntan en ese sentido.

La política económica de Macri empuja el enfriamiento económico para bajar la tendencia inflacionaria. Es lo que sugiere en Ministro de Energía cuando dice que si el combustible es caro, los consumidores deben abstenerse de comprar. Pura lógica ortodoxa del monetarismo tradicional, que acompaña el Presidente del Banco Central con su aspiradora de fondos y tasas del 37,5% para captar inversiones de compañías de seguro, Fondos de Inversiones, Bancos y especuladores de todo tipo.

Aranguren y Sturzenegger son las caras visibles de la ortodoxia monetarista que impera en el gobierno Macri. No les importan las consecuencias sociales si al final logran bajar a cualquier costo la inflación. Sin éxito por ahora, aunque auguran una merma inflacionario desde Julio, a costa, claro está, del nivel de consumo.

Unidad de acción contra la lógica de la ganancia

Las respuestas no se hacen esperar y con la movilización masiva del 29/4, de la unidad de acción, se hacen visibles y estimulan muchas otras protestas, ocultadas por la prensa en general. No solo contra los despidos y la carestía, sino contra la impunidad de los re-marcadores de precios, tal como se sustenta en la campaña “super vacíos”, en la segunda versión del 10/5.

Es interesante la multiplicación de protestas en unidad de acción, algo que no muchos entienden, pero que la realidad impone. Resulta interesante como se buscan lógicas para la protesta, cuando estas se imponen por la fuerza de la movilización y la organización popular.

Algunos sostienen que la ley anti despidos es ineficaz para asegurar el fin de los despidos. Quizá tengan razón, pero en la agenda de discusión política se impuso un consenso contrario a los despidos y eso es lo que importa.

Vale recordar que las centrales sindicales fueron convocadas al Parlamento a discutir por el impuesto a las ganancias y desde la CTA Autónoma se orientó el debate y la demanda hacia la “emergencia ocupacional”.

La primera batalla es por las ideas, más allá del éxito de una legislación, que igual no quieren los empresarios y el gobierno. Por algo será, aunque la impunidad les permita desoír el mandato legal, la sola existencia del instrumento y el consenso social y político a no despedir los desarma en la disputa de consenso para el poder.

También es cierto que algunos critican las visitas a un Parlamento poco amigable con las organizaciones populares, y otros agregan el carácter de impresentables de los dirigentes de algunas de las centrales sindicales. Todo eso es verdad, sin embargo, el accionar conjunto de las centrales y la presencia en el Parlamento expandió la vos de los afectados por los despidos, sean los que sean según las distintas fuentes de información.

El enunciado de razones de principios que sustentan algunos, en el marco de la crisis política vigente afecta la capacidad de movilización y organización popular, por lo que el desafío pasa por más iniciativa política popular para disputar el consenso masivo para construir una subjetividad consciente para un orden que afecte la lógica capitalista de ordenamiento social.

La lógica capitalista es por la maximización de la ganancia. La lógica de política económica es por bajar la inflación a costa de la mayoría de la sociedad. La realidad es que el capitalismo para funcionar necesita de la inversión, esquiva en estos momentos de crisis mundial del capitalismo.

El anticapitalismo como respuesta

En todo caso, el gobierno, mientras espera el ilusorio arribo de inversores o prestamistas externos, apurará la inversión pública a costa de contradecirse y emitir moneda, toda una sinrazón que agrava las respuestas contractivas del Banco Central con tasas de estímulo a la especulación financiera y negadora de cualquier reactivación del crédito productivo.

Seamos claros, el inversor capitalista busca la valorización de su inversión, es decir, no se invierte si no es atractivo para asegurar la ganancia. Por ello, el problema no es la falta de inversión, sino el capitalismo. No es sencillo confrontar al capitalismo y menos transformarlo, pero es ilusorio imaginar respuestas favorables a los pueblos diagnosticando la falta de inversión. Incluso, pensando en el inversor público, vale mencionar que se trata del Estado capitalista y por ende, actúa en beneficio de recuperar la lógica capitalista.

Lo dicho no quiere decir que nada puede hacerse hasta no terminar con el orden capitalista, claro, pero al mismo tiempo resulta imprescindible la crítica y la denuncia al capitalismo real para no abrigar expectativas en apuestas al capitalismo nacional, serio o norma, o a una burguesía nacional, incluida la sustitución con el papel del Estado.

Con estas lógicas neo-desarrollistas o neo-keynesianas se alimentan ilusiones de soluciones en el marco del capitalismo, con reformas paliativas que auguran posibilidades de cambios profundos más adelante. La realidad en América Latina en estas horas es que la demora en mutaciones económicas profundas, que desarmen la lógica capitalista, aborta experiencias de cambios políticos y abren las puertas a respuestas más acordes con las corrientes principales, hegemónicas del orden capitalista mundial.

La realidad exige aumentar la iniciativa política en unidad de acción para confrontar con políticas antipopulares sustentadas por el gobierno Macri y construir amplia subjetividad consciente por una sociedad no capitalista, que construya en simultáneo a la protesta un programa alternativo de otro modelo productivo sustentado en la soberanía alimentaria, energética, financiera, popular, en articulación con procesos similares en la región y en el mundo.

Desde este sábado rige el aumento en la tarifa de taxis aprobado por el Concejo Deliberante en su última sesión. El incremento alcanza el 26 por ciento surgido del estudio de costos realizado por la Dirección de Tránsito y Transporte municipal. Se fijó en $21,90 el nuevo valor de la bajada de bandera, mientras que la vuelta del reloj taxímetro quedó establecida en $ 1,57 por cada cien metros recorridos.

Este incremento, contempla las presentaciones que han realizado oportunamente tanto el Centro de Propietarios de Taxis, como la Cámara de Taxistas Bahiense y la Asociación de Taxistas Bahiense, los que han alegado incrementos en los insumos necesarios para la prestación del servicio.

Roberto De Barrenechea, dirigente del Centro de Propietarios, comentó a FM De la Calle que si bien la suma no alcanza el 37 por ciento solicitado, “en la coyuntura que estamos viviendo creo que estamos conformes, los números daban otra cosa pero hay que entender que la mayoría de las paritarias no se han cerrado, hay una situación económica muy difícil y tampoco podemos pretender una tarifa ideal cuando todo el mundo no tiene el sueldo que se merece”.

El concejal del Frente Renovador Ricardo Pera dejó abierta la posibilidad de un próximo incremento al advertir que “más allá de que es un transporte, como todo transporte público, legislado y controlado por la municipalidad, es prestado por gente que es privado, ellos tienen derecho a realizar un estudio y mañana presentar si hay una variable dentro del costo de ajuste”.

“Lo que da este estudio de costos ronda el 40 por ciento, los taxistas bahienses están preocupados por la cantidad de pasajeros que viajan y es de su propia resolución que el estudio de costos igual lo realizara el municipio y aceptar lo que se ha otorgado. Si nos ponemos a sincerar el precio, como nos pasa con el transporte público, ese no es el precio real”, afirmó el titular de la UTA.

El rector de la Universidad del Sur, Mario Ricardo Sabbatini, informó tras reunirse con el presidente Mauricio Macri que el gobierno asumió “un compromiso con la universidad pública” aunque la respuesta “no llega a satisfacer todas las necesidades que tenemos por la crisis coyuntural que existe”.

“La reunión con el presidente fue corta, dio un discurso que es más o menos el que ha dado en otras situaciones, un poco adaptado a lo que son las universidades, después se retiró pero nos quedamos con el ministro de Educación Esteban Bullrich y con él tuvimos todos los rectores la oportunidad de plantear la situación de cada universidad”, agregó.

En cuanto a la paritaria docente, Sabbatini afirmó que “uno de los principales temas que llevamos fue el salarial. Bullrich dijo que se están acercando las dos posturas, faltaría un poco el tema de los tiempos”. El gobierno pretende pagar una primera cuota en mayo y la segunda recién en enero.

Luego de reunirse nuevamente con las autoridades de Educación, las federaciones docentes volvieron a definir la propuesta como “inaceptable”. Frente a este panorama, Conadu Histórica y Conadu llevarán a cabo medidas de fuerza la semana que viene y protagonizarán, junto a otras organizaciones sindicales, estudiantiles y de trabajadores no docentes, una movilización nacional el jueves 12 de mayo. El gobierno convocará a los gremios la próxima semana.

ADUNS ratificó su plan de lucha consistente en la convocatoria a una Semana de Lucha, Movilización y Protesta desde el lunes 9 al viernes 13 de mayo con paros de actividades académicas por 24 horas los días martes 10 y jueves 12. Asimismo reinstalarán en la esquina de Av. Alem y San Juan, con corte de calle, la Carpa Docente con actividades que permitan visibilizar el conflicto.

La oferta. En la sexta mesa de negociación salarial el gobierno mantuvo el porcentaje global de la propuesta anterior. Sólo ofreció desdoblar la segunda cuota, que originalmente era del 16% desde diciembre, pagando un 5% en octubre -a cobrar en noviembre- y el restante 11% se sigue manteniendo en diciembre -a cobrar en enero de 2017-. ConaduH insistió en la necesidad de elevar el porcentaje global, adelantar las cuotas y llevar el cierre de la paritaria al mes de febrero.

Dirigentes y militantes de gremios de la Central de Trabajadores de la Argentina, agrupaciones estudiantiles y partidos de izquierda se reunieron este domingo primero de mayo en Plaza Rivadavia para conmemorar el Día Internacional de las trabajadoras y los trabajadores.

La secretaria general de la CTA Bahía Blanca-Cnel. Dorrego, Ana Canulo, reivindicó a los mártires de Chicago y las y los fundadores del movimiento obrero y destacó que “siempre supimos que todos los derechos que hemos gozado se los arrancamos a los patrones y a los gobiernos con lucha, no fueron concesiones graciosas. Sabemos que el Primero de Mayo aunque algunos lo han querido convertir en un día de festejo es un día de lucha, y es un día profundamente clasista y anticapitalista”.

Canulo manifestó que muchos de aquellos logros se fueron perdiendo “sin horca, sin tiros, con acuerdos entre los sindicatos comprados, corporativos, el capital y los gobiernos. Acá en nuestro país muchos de esos derechos se perdieron en la década del noventa con todas las leyes de flexibilización laboral”.

“Hoy vemos que la mayoría de los chicos y chicas que se inician en el mercado laboral lo hacen de manera precaria. El trabajo precario está totalmente instalado y naturalizado y el Estado, con sus distintos gobiernos, el anterior y este que tenemos hoy, no solamente no lo combate sino que es cómplice, incluso contrata personal precario y paga parte de nuestros sueldos en negro”, dijo.

1Denunció más de cien mil despidos y suspensiones, el “saqueo” diario a nuestros bolsillos “con el aumento del costo de la vida” y que “todas las medidas de este nuevo gobierno son para favorecer a los grupos concentrados de poder y no al pueblo trabajador. (…) No es verdad que tienen medidas para parar la inflación, el único plan que ellos tienen es que la crisis la sigamos bancando las trabajadoras y los trabajadores mientras ellos se siguen llenando de dinero”.

Tras celebrar la “jornada histórica” del viernes 29 con el masivo acto de las centrales obreras en Capital, Canulo comentó que la CTA local está “construyendo la unidad” más allá de las diferencias “en las fábricas, en las oficinas, en las escuelas, en los hospitales, en los juzgados, porque creemos que la única unidad que necesitamos es la del pueblo y que crece desde el pie”.

Enrique Gandolfo, del Colectivo Pueblo en Lucha, preguntó “qué cosa nos puede separar cuando hay una ofensiva tan clara de este gobierno de los empresarios, qué cosas nos pueden separar cuando vienen claramente a rebajar los salarios, cuando el programa de los despidos es un programa de disciplinamiento para todos, cuando bajan las inversiones en salud y educación”.

“¿No será el momento de deponer disputas estériles, sectarismos, de que los intereses del conjunto estén siempre por encima de los intereses de cada agrupación política a las que pertenecemos? ¿No es el momento de sellar la unidad de la clase trabajadora porque lo que se viene se viene contra todos y porque los yanquis hacen pie en América Latina y porque Obama vino a pisarnos la cabeza nada menos que un 24 de marzo?

“¿No será el momento de que un Primero de Mayo el movimiento obrero se junta, se une y conmemora en las calles por los mártires que tenemos pero que además de pelear por lo inmediato, por lo que se nos viene, pelea para construir un futuro distinto, una sociedad de nuevo tipo, una sociedad donde el lucro no sea el motor de la economía sino la cooperación y la solidaridad entre los trabajadores?”, finalizó.

WhatsApp-Image-20160501Santiago Slominsqui, militante del Comunismo Revolucionario, dijo que “en Argentina nuevamente las clases dominantes han preparado un terreno para volver a derrotar a la clase obrera y al pueblo. Nuevamente nos arman una división y sectores populares están embarcados en una u otra opción de las clases dominantes”.

Desde el PTS, Daniela Rodríguez incorporó el repudio al golpe institucional contra el gobierno de Dilma Rousseff en Brasil “porque consideramos que los intereses del pueblo trabajador brasileño están íntimamente relacionados con los intereses del pueblo trabajador argentino” y advirtió que “si avanza la derecha en Brasil avanza la derecha en toda Latinoamérica”.

“No solo denunciamos el golpe sino además el ajuste que estaba impulsando el PT, que además con su política de intentar conciliar los intereses de los trabajadores con el gran capital favorecía notablemente el avance de la derecha y llamamos a todos los trabajadores a impulsar y exigir a las centrales sindicales un paro nacional y un plan de lucha para enfrentar el ajuste de Macri y los gobernadores kirchneristas y que la crisis la paguen los capitalistas”, agregó.

WhatsApp-Image-20160501 (3)El dirigente del Partido Obrero Juan Capa afirmó que “están dadas las condiciones” para “parar el país para imponer a las patronales que ellas se ajusten los cinturones, para imponer la prohibición de los despidos, el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, la reincorporación de los despedidos”.

Para ello, planteó la “necesidad de constituir, de transformar a la izquierda y a los trabajadores en ese polo político de independencia anticapitalista y socialista para dar una salida positiva frente a las luchas y las grandes crisis que están por venir”.

Durante el acto, también hicieron uso de la palabra representantes de la Asociación Sindical de Trabajadores Mensajeros y Cadetes (ASTRAMYC) y del Movimiento Socialista de los Trabajadores.

Fue el gritó de la secretaria general de la CTA, Ana Canulo, al finalizar su intervención en el breve acto “improvisado” que también en Bahía Blanca reunió a dirigentes y militantes de dicha central y de la CGT. En Capital 300 mil laburantes se movilizaron al Monumento al Trabajador .

Una masiva movilización recorrió las calles del centro bahiense en repudio a los despidos, el tarifazo y el ajuste del gobierno macrista y de cara al Día Internacional de las trabajadoras y los trabajadores que se conmemora este domingo 1 de mayo.

Minutos antes, Suteba, ADUNS, la Asociación de Profesionales del Hospital Penna, ATE, la Asociación Judicial Bonaerense, Astramyc, el Sindicato Argentino de Televisión, la Unión de Músicos del Sur, organizaciones sociales, estudiantiles y partidos de izquierda se manifestaron en la Plaza Rivadavia. En tanto, gremios de la Confederación General del Trabajo como UOCRA, SOEME, La Bancaria y referentes del Frente para la Victoria realizaron un acto en la sede de Mitre y Rodríguez.

c29b918a-5ed2-4f04-b1a8-a43f3136cef3“Las calles y las plazas son nuestras porque venimos con nuestra historia de lucha, venimos con los mártires de Chicago, venimos con los mártires que dieron los compañeros anarquistas y socialistas a principios del 1900, venimos con los mártires del peronismo, compañeros, venimos con los mártires que dejó la dictadura feroz en el 76 y con ellos vamos  seguir caminando”, afirmó Canulo.

La docente agregó que “por eso hoy empezamos este camino y los invitamos y convocamos a que podamos seguir construyendo la unidad de acción. Que viva la clase trabajadora carajo!”.

P1090745Por su parte, el titular de UOCRA y CGT, Humberto Monteros, apuntó al “par de atorrantes que siguen y quieren seguir robándonos la dignidad y la riqueza única y genuina que tiene el pueblo trabajador. Pero le vamos a decir que están equivocados, basta, sabemos hacer la resistencia, la hemos hecho durante largas luchas y esta vez compañeros, no va a ser tan fácil, ya tenemos las experiencias de nuestros mayores, tenemos el presente y vamos por el futuro de nuestros hijos, no nos lo van a robar”.


“Lo que estamos viviendo, esta acción de la única clase de hombres y de mujeres, la única clase que tiene dignidad, la única clase que hay que apostar, que no debe ser variable del ajuste y lo está siendo, es la clase trabajadora, es la clase que genera la riqueza, la que genera la oportunidad de respeto. (…) Educación, salud, trabajo, techo digno, ¿cómo se puede ajustar ahí?”, dijo Montero.

Finalmente aseveró que “tanto en la gloriosa Plaza de Mayo como en esta gloriosa Plaza Rivadavia, nos encontramos juntos y vamos aprendiendo los trabajadores y las centrales que las diferencias van a existir pero no va a haber diferencia en nuestra igualdad de oportunidades, en nuestra igualdad del derecho al trabajo y a la dignidad. Tenemos que estar unidos para resistir y construir esta unidad y sacar este modelo que ya en solo en cinco meses tiró muchos trabajadores a la calle. (…) Qué cambie él compañeros, que cambie el modelo”.

132820c1-5515-4730-9d5e-45f90a06d827Horas después, desde la conducción de Suteba se celebró “este primer paso en la construcción de una unidad que necesitamos mantener y profundizar para enfrentar el ajuste económico, al tiempo que sostenemos nuestro accionar, que no estuvo ni estará subordinado a ningún gobierno, a ninguna patronal ni a ninguna burocracia”.

La Central de Trabajadorxs bahiense volvió a convocar a una concentración y acto este domingo 1 de mayo a las 15:30 en Plaza Rivadavia para conmemorar el Día Internacional de las trabajadoras y los trabajadores.


(Por Francisco J Cantamutto) El gobierno emitió la deuda por 16.500 millones de dólares y pagó a los buitres con juicios ganados. ¿Se viene una nueva ronda de endeudamiento?

Los buitres se anotaron la gran conquista que buscaban. El gobierno les presentó el pre-acuerdo en la corte de Thomas Griesa y los fondos aceptaron. Para ello, Cambiemos llevó a la negociación el apoyo político alineado entre la mayor parte de las fuerzas políticas representadas en el Congreso, constituyendo una auténtica política de Estado: la garantía de continuidad del arreglo más allá de cualquier vaivén gubernamental. Se dificultó así, como lo hizo el canje de 2005 y el pago al FMI de 2006, la posibilidad de una auditoría integral de la deuda, cuyos orígenes ilegales e ilegítimos están ya probados.

Con este apoyo del establishment político, que aprobó la emisión de deuda por hasta 16.500 millones de dólares, el gobierno presentó la oferta a los fondos buitres que litigaron en Nueva York, entre los cuales se encontraba el más conocido de todos, NML Capital, de Paul Singer. La recepción fue excelente, pues se les propuso el pago completo de capital, intereses atrasados y punitorios, costas de juicios, comisiones y  otros rubros no especificados. Con la anuencia de los litigantes, el juez Griesa otorgó el permiso para el pago y levantó las medidas cautelares que dificultaban a Argentina emitir nueva deuda en Estados Unidos.

Con el mismo apuro que ha mostrado el gobierno para resolver todas las necesidades del capital concentrado, el 22 de abril se lanzaron al mercado los nuevos bonos autorizados por el Congreso. Un total de 16.500 millones de dólares, a una tasa de interés anual promedio de 7,14%, con maduración a 3, 5, 10 y 30 años. La operación marcó el evidente apoyo del capital financiero al rumbo elegido: el gobierno recibió una demanda cercana a los 67.000 millones, 4 veces más que lo ofertado. Es decir, Cambiemos fue capaz de colocar la nueva deuda emitida para pagar a los buitres, y constató la ansiedad del empresariado por participar en una nueva ronda de endeudamiento masivo. Debe señalarse que esta emisión fue la más grande de un país periférico en los últimos 20 años.

Los bancos colocadores de los bonos cobraron una comisión de casi 30 millones de dólares. Se trató del JP Morgan, Deutsche, Citibank, HSBC, Santander, BBVA y UBS. Los cuatro primeros habían participado de la estafa de diciembre, cuando se hicieron de títulos en manos del Banco Central cobrando un interés de 7,8%. Los dos primeros son las entidades donde trabajaron el ministro Prat Gay y el secretario Caputo.

Los 9.300 millones ya fueron depositados para pagar a los fondos buitres. El 26% de la transferencia fue a manos de Paul Singer, quien no demoró en calificar de “campeón de las reformas” a Macri en la conocida revista Time. Parece que pagar escribas para obtener adulación es una práctica válida para este gobierno también. El gobierno anunció que finalizó así el conflicto de “15 años”. Sin embargo, aún queda cerca de un 1% de bonos en manos de holdouts sin arreglar, y ya comenzaron los reclamos de los buitres que habían participado de arreglos previos (el fondo Greylock, que canjeó en 2010, presentó un reclamo por trato desigual). Incluso la prensa amiga del gobierno detectó que el riesgo de nuevos litigios no es nulo, al menos mientras se continúe operando bajo la ley estadounidense.

El remanente de la emisión de deuda, de poco más de 7.000 millones de dólares, fue a apuntalar las reservas del Banco Central, que de esta forma superaron su nivel de 2015. La constante salida de dólares del Central no ha mermado: el primer trimestre del año cerró con déficit comercial –fruto de la avalancha de importaciones-, los grandes operados agroexportadores siguen sin liquidar operaciones y la presión ahorrista se sostiene. El Banco que preside Sturzenegger está librando una batalla cotidiana por contener el tipo de cambio, vendido dólares en el mercado cambiario y “tentando” a los inversores con ofertas “atractivas”. Se trata de la emisión de LEBAC en pesos, que están pagando hasta 38% anual en plazos que van desde los 35 días, permitiendo un negocio formidable a la banca, empresas con liquidez e incluso algunos ahorristas minoristas (que alcanzaron el 5% del mercado). El retorno de la bicicleta financiera a través de LEBAC y NOBAC ha llevado el pasivo del Central a 507.000 millones de dólares, una cifra comparable con el PBI nacional.

Ante el interés del capital financiero, el gobierno ya anunció –a través del secretario Caputo- que realizará nuevas colocaciones de deuda. El déficit fiscal proyectado para el 2016 es de 24.283 millones de dólares, que se suman a vencimientos de deuda por 12.463 millones más. Para compensarlos, se prevé tomar deuda con organismos internacionales de crédito, con el Banco Central, con la ANSES y colocar en el mercado interno.

Este último punto es clave: el gobierno de Cambiemos prevé sostener la oferta de opciones financieras muy rentables dentro del mercado interno, buscando captar excedentes disponibles en el país. Las políticas aplicadas desde diciembre han favorecido al conjunto del empresariado más concentrado, que se encuentra con recursos invertibles, pero que no está dispuesto a colocar si no es en negocios de muy elevada rentabilidad. Esto desmorona -dentro del propio discurso del gobierno- la idea de que a la economía argentina le faltan recursos para invertir y sea necesario buscar capitales en el exterior. La búsqueda de capitales en el exterior que inició Macri en Davos es una opción de política y no una “necesidad”, como el gobierno pretende difundir.

El arreglo con los buitres en Nueva York no significa “la vuelta de Argentina al mundo” (¿a dónde se habría ido si no estaba en allí?), sino el inicio de una nueva ronda de endeudamiento externo. Esta ruta es la que, con reparos pero en el mismo sentido, inició el gobierno previo en 2014, cuando decidió pactar en el CIADI y arreglar con el Club de París. La cúpula empresarial se encuentra con bajos niveles de deuda y está tentada por ingresar en esta nueva fase de expansión financiera. La toma masiva de deuda, además, podría permitir financiar el consumo de los sectores sociales que sobrevivan el ajuste, fungiendo como mecanismo legitimador. Para las clases populares, ningún beneficio se puede prever de este rumbo. Más bien al contrario, como se vio la semana pasada con las protestas de la comunidad universitaria, el uso de recursos para los pagos de deuda parece estar desplazando otros gastos fiscales… como la educación. Lamentablemente, lógica de este ajuste ya la conocemos, y no termina bien.

(Por Francisco J Cantamutto) La inflación se erigió como el problema central para Cambiemos, orientando la política económica. Pocos resultados positivos y crecientes límites a esta estrategia.

Resulta difícil de descifrar cómo se reparten los funcionarios del gabinete que creen en lo que afirman y aquellos que aprovechan de un discurso para esconder el rumbo real de las políticas. La falta de efectividad que han mostrado hasta ahora las soluciones neoliberales propuestas hace sospechar la existencia de objetivos diferentes a los anunciados públicamente, o el fracaso empírico de estas teorías.

El gobierno sostiene que la inflación es el problema central de la política económica. Una baja tasa de inflación permite un horizonte de previsibilidad sobre los precios relativos, lo que, siempre según este enfoque, incentivaría la inversión bajo señales de mercado. Y por ello la estabilización de precios es el centro mismo de gravitación de la acción estatal en la materia: el gobierno procura alinear la política fiscal, monetaria, comercial y cambiaria para lograr ese objetivo.

En materia comercial, la primera semana de gobierno se eliminaron la mayor parte de los controles y regulaciones, esperando que los precios nacionales se alineen con los internacionales “eliminando distorsiones”. Los precios externos funcionarían así como límite al aumento de los locales. Esto incluye la eliminación de las retenciones a las exportaciones, pero también de las Declaraciones Juradas Adelantadas de Importaciones. Por el momento, los efectos de esta medida han sido básicamente dos. Por un lado, el saldo comercial ha pasado al déficit, debido al ingreso inmediato de artículos trabados por las DJAI, en un auténtico aluvión de productos. Por otro lado, dirigentes industriales ya han avisado al gobierno que, por este incremento de la competencia, están en riesgo la continuidad de 7.000 empresas, y alrededor de 100.000 empleos.

En materia cambiaria, en un inicio, el gobierno pretendió librar al mercado el nivel de tipo de cambio, nuevamente, bajo la idea de lograr un “precio” del dólar de equilibro, no sesgado por la voluntad política. Por ello, una de las primeras políticas fue eliminar los controles para la compra de dólares, el mal llamado “cepo”. Sin embargo, luego de la segunda devaluación en febrero, que disparó el dólar de 13 a 16 pesos, obligó a Sturzenegger a revisar la estrategia, y abandonar la flotación libre. El Banco Central comenzó a intervenir en la plaza cambiaria, lo que logró estabilizar el dólar en torno a los 14,50 pesos, pero produjo continua salida de reservas. Como recién señalamos, por la vía del comercio los dólares comenzaron a salir en lugar de entrar, siendo que además el complejo agroexportador liquidó la mitad de lo que había prometido. Los 5.000 millones de dólares obtenidos por el canje de letras intransferibles por bonos negociables se dilapidaron rápidamente. Esto hizo evidente la necesidad de complementar la estrategia.

La política monetaria apuntó inicialmente a un objetivo de inflación: reducir la emisión de pesos para quitar circulante, conteniendo así el aumento de precios. El problema fue doble: por un lado, la reducción del déficit no avanzó a la velocidad esperada, y por otro, contener nuevas devaluaciones estaba erosionando las reservas demasiado rápido. El Banco Central optó por intensificar la esterilización de la emisión, mediante la colocación de letras (LEBAC). Mediante estos títulos, el Central retira pesos del circulante, ofreciendo una colocación financieramente atractiva, que compita contra el dólar, conteniendo de esta manera la fuga sin perder tantas reservas. El mayor “mérito” de esta estrategia ha sido rehabilitar una nefasta forma de especulación financiera: las empresas con liquidez suficiente y los bancos compran estos bonos, obteniendo rendimientos que alcanzan el 38% anual de interés. Este proceso cohíbe otro tipo de inversiones productivas, que no logran alcanzar estos niveles de rentabilidad, forzando a la recesión. Este riesgo fue abiertamente reconocido por Sturzenegger como un efecto esperable, que en cualquier caso, aporta al objetivo de reducir la inflación por la vía recesiva. En el caso de los bancos, el negocio es redondo porque pueden captar pesos de ahorristas no sofisticados mediante plazos fijos, que pagan alrededor del 25% anual: es decir, logran un elevado rendimiento con fondos ajenos.

La estrategia está entrando en problemas porque la presión del mercado hacia el dólar no cesa, y las LEBAC deben ofrecer cada vez mayores rendimientos a corto plazo. Las LEBAC se están colocando a 35 días, con lo cual con una frecuencia casi mensual el Banco Central debe sumar la renovación de estas LEBAC a las necesidades de “aspirar” pesos del mercado, multiplicando las promesas de pago de manera incremental. Esto está produciendo un severo incremento del déficit cuasi-fiscal, contrario a los dichos del propio gobierno en relación a la política de reducción de este déficit. La presión es tan elevada, que se rumoreó la semana pasada la posibilidad de aplicar un plan estilo “Bonex” (preludio de la Convertibilidad) o Corralón (aplicado por Duhalde en 2002). Se trataría de la colocación forzosa de bonos a largo plazo, que reduzcan compulsivamente los pesos disponibles para presionar contra el tipo de cambio.

Finalmente, la política fiscal se orientó, al menos en el discurso, a la reducción del déficit, causa primaria de la inflación para el gobierno. Se priorizó el recorte del gasto público. Acusando ineficiencia o corrupción, se han recortado planes (como el Conectar Igualdad), paralizado pagos de obra pública y, especialmente, despedido trabajadores. Los despidos son sistemáticamente tratados –aunque sin presentar ninguna prueba- como una limpieza del Estado en aras de eficiencia (menos recursos para mejores resultados). Sin embargo, las remuneraciones de funcionarios jerárquicos se han incrementado, y se han comprometido nuevos gastos, entre los cuales los pagos de deuda son el más significativo. El principal ahorro provendría de la reducción de los subsidios a los servicios públicos, vía aumentos de tarifas. Por el lado de los ingresos fiscales, la eliminación de retenciones ha quitado una fuente central de recaudación. El aumento del mínimo no imponible resulta extraño, porque fue anunciado como un alivio esta carga (es decir, se preveía menos pagos por esta vía), pero acabó con más trabajadores pagando este tributo que con la escala previa.

Las dificultades para reducir el déficit fiscal y cuasifiscal, ponen en problemas la intención del gobierno de contener la emisión monetaria. Por ello se comprende la importancia clave que tiene la ruta de la deuda para Cambiemos. La deuda se erige como la fuente de financiamiento que compensa esta supuesta reducción del déficit, y es por ello la clave de sostenibilidad del proyecto de Cambiemos.

Hasta el momento, la inflación no se ha reducido, sino que se incrementó respecto de la herencia kirchnerista. En los primeros meses acumula cerca de un 15%, lo que ha puesto en duda el objetivo anunciado del 25% para todo el año. A la vista de este pésimo resultado, resulta llamativo que el gobierno insista con suponer el déficit y la emisión como fuentes de la inflación, y no la asocie con la devaluación, la quita de retenciones o los aumentos de tarifas que aplicaron desde diciembre. Evidentemente, el gobierno tiene una mala teoría para sus políticas, o sus objetivos no son los que declara en público.

(Por Julio Gambina) El Parlamento de la Argentina autorizó al gobierno de Mauricio Macri a tomar deuda pública por 12.500 millones de dólares para el pago a los inversores holdouts, entre los que destacan los fondos buitre. Sin embargo, el Ministro de Economía, Alfonso Prat Gay salió a colocar bonos de la deuda por la suma de 15.000 millones de dólares.

En rigor, los acuerdos negociados a cancelar en las próximas horas podrían alcanzar entre los 8.000 y los 10.500 millones de dólares. Todavía resta para cancelar toda la deuda en cesación de pagos. Aun así, el poder ejecutivo demanda deuda por la totalidad de lo autorizado, resultado de un acuerdo entre parlamentarios del oficialismo y de la oposición, incluidos legisladores del espacio kirchnerista.

Queda claro que ese amplio espectro político se niega a la auditoria de la deuda. Se perdió la ocasión de hacerlo con la bicameral dispuesta por la ley de pago soberano entre 2014 y 2015 y no se asumen las investigaciones judiciales, especialmente la sentencia de junio del 2002, derivada de la causa impulsada por Alejandro Olmos sobre la deuda en tiempos de la dictadura. En esa tendencia se prueba el carácter fraudulento de la deuda.

La diferencia entre lo que se abonará y el máximo autorizado engordará por un tiempo las reservas internacionales, con un oneroso costo financiero, hasta tanto se negocie con el conjunto de acreedores que explican la continuidad del default iniciado en 2001. Claro que también podrá crecer litigios de quienes ingresaron a los canjes del 2005 y 2010 y se ven perjudicados por las nuevas ofertas de pago a especuladores y buitres,

Igual, los 2.500 millones de dólares más allá de la autorización por 12.500 millones de dólares del “partido de la deuda” serán aplicados a financiar el enorme déficit fiscal, problema que comparten las provincias y la Nación.

Vale mencionar sobre el partido de la deuda, un bloque político, que siendo opositores u oficialistas siempre acuerdan privilegiar a los acreedores externos por sobre la deuda social con millones de argentinos. Pueden discutir sobre diferentes aspectos, pero en lo esencial cumplen con su papel funcional a los objetivos de las clases dominantes.

En rigor, el camino del endeudamiento público asumido hipoteca al pueblo argentino y aleja posibilidades de satisfacer necesidades con recursos fiscales, los que se orientarán a satisfacer la cancelación de intereses. Es una situación que se acompañará de renovaciones recurrentes de los vencimientos de capital para reincidir en el cuento de nunca acabar con una deuda vieja que se recompone con nuevo endeudamiento. La deuda pública obliga a pagos futuros, imposibilitando demandas de millones de argentinos, por salud, educación, empleo, salarios, jubilaciones, y otros derechos.

Nuevo negociado por deuda

Casi 27 millones de dólares se pagarán en comisión para 7 bancos transnacionales: J P Morgan, HSBC, Deustche Bank, Santander, Citigroup, BBVA y UBS que colocan los 15.000 millones de dólares desde la próxima semana. Los primeros cuatro actúan en el armado del negociado, definiendo las características de los bonos. Los otros tres se suman como colocadores en el ámbito mundial.

Casi siempre se menciona a los fondos buitre como los grandes beneficiarios del negociado en cuestión, sin embargo, sin la banca sería imposible la circulación de papeles de la deuda de los diferentes países. El Sistema financiero mundial festeja la orientación de los recursos públicos de la Argentina hacia acreedores en default, pero también por una nueva oportunidad de rentabilidad bancaria en tiempos de crisis capitalista.

El FMI, cabeza del sistema financiero mundial, celebra los acontecimientos y se apresta a desembarcar en el país para auditar las cuentas nacionales e intervenir sin mediaciones en la formulación de políticas de Estado.

La tasa de interés que alegra al equipo económico, a los profesionales de la deuda y a la prensa afín es usuraria, entre el 7 y algo más del 8%, cuando otros países de la región se endeudan a tasas entre el 4 y 5%. Festejan la reducción de tasas superiores a dos dígitos, obviando que siendo Argentina un recurrente pagador de deuda, el riesgo país se mantiene elevado.

El paquete de bonos a ofrecer en estos días para pagar vieja deuda nos hipoteca con títulos a 5, 10 y 15 años, lo que supone el compromiso de destinar parte importante del trabajo social local al pago de intereses y la recurrente renovación del capital.

Violencia de la deuda

Se trata de una gigantesca bola de nieve que se acumula en un ciclo de deuda pública iniciado con el terrorismo de Estado hace cuatro décadas y que se proyecta por años.

La deuda tiene que ser investigada, y mientras suspender los pagos. Hay que seguir argumentando a favor de la investigación de la deuda pública y la suspensión de los pagos. Algunos preguntan si eso es posible y nosotros decimos que sí, que se puede y se debe, ya que el pueblo no es deudor, sino acreedor de una deuda varias veces cancelada.

Fue la deuda uno de los mecanismos para favorecer la libre circulación de capitales, que junto al libre comercio, constituyen hoy la esencia del programa de los capitales más concentrados.

En el origen está la violencia de la deuda en tiempos de dictadura cívico militar y la afectación de los derechos humanos, y hoy como ayer continúan violentados los derechos de la mayoría de la población.

En el día de hoy se conoció el fallecimiento de Esteban Latorre, trabajador de Biblioteca Nacional que fue despedido y luego reincorporado por las autoridades al enterarse que había sido operado en enero del corazón. Ya son tres los trabajadores muertos en una semana por las políticas del gobierno nacional.

Latorre, de 41 años y una hija de seis años, fue operado en el mes de enero donde se le realizó un triple bypass por problemas que venía arrastrando de salud. Estando de licencia médica debido a esta situación, el 21 de marzo recibió el telegrama de despido por parte de las autoridades de Biblioteca Nacional.Afiliado a ATE, Latorre tuvo que presentar los comprobantes de su deterioro de salud por lo que terminó siendo reincorporado.

Sin embargo, este lunes se hizo presente en Biblioteca Nacional para presentar los certificados correspondientes con el fin de mantener la licencia.Según cuentan sus compañeros, Latorre se encontraba muy angustiado por los despidos (240) en su sector de trabajo y por la situación que le hicieron pasar tras ser operado del corazón. Este mismo lunes, mientras volvía en moto a su casa de José C. Paz, se descompuso y falleció en el camino.Esteban Latorre era trabajador del sector de Seguridad e Higiene, con 7 años de antigüedad estaba sujeto a la resolución 48, una renovación de contrato anual que padecen miles de trabajadores estatales.

Con el fallecimiento de Latorre ya son tres los compañeros muertos producto de los despidos y las políticas que impulsa el Gobierno Nacional. El fin de semana pasado, Yolanda Mercedes, auxiliar docente de Mar del Plata tuvo un infarto que le produjo al advertir que en su cuenta sueldo sólo había $40 por el descuento que le habían aplicado de más de $6.000. Y este martes, Melisa Bogarin, trabajadora precarizada del Inta del Chaco, en el marco de una reunión con autoridades del sector, se descompuso y murió mientras era trasladada a un hospital.

Fuente: http://www.eltrabajadordelestado.org/

Melisa Bogarin, trabajadora del programa ProHuerta en Chaco, falleció ayer durante una asamblea en la cual informaba que por resolución su contrato precarizado había sido extendido por tres meses, sin seguridad de renovación. Germán, su marido y padre de su hija de un año, ya había sido despedido de la Secretaría de Agricultura Familiar. “Mientras explicaba sus miedos por la continuidad de sus sueños de trabajo y familia, les había sido otorgado el año pasado un crédito Procrear para la primer vivienda, se descompensó, sufrió un paro cardíaco y murió cuando era trasladada al hospital más cercano para ser atendida”, aseguraron sus compañerxs de ATE.

ProHuerta es una política pública de autoproducción de alimentos que gestiona el INTA y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde hace más de 25 años, y que trabaja con familias en situación de vulnerabilidad social, las que se juegan todos los días para llevar un plato de comida a las mesas de sus familias.

Cuando empezamos la normalización del sindicato acá en la provincia me ayudó muchísimo en el área de comunicación, era comunicadora social, era esa su herramienta de trabajo y a la hora de ir a las comunidades, era de esos cuadros necesarios con fuerte compromiso con un sector tan vulnerable”, dijo a FM De la Calle el secretario general de ATE Chaco, Mario Bustamante.

Mediante una carta abierta, sus compañerxs comentaron que Melisa “no era una trabajadora que pensaba la comunicación como tradicionalmente se la conoce, una herramienta para difundir un hecho en un medio. Si no que consideraba que, para los sectores con los que trabajaba todos los días, campesinos, agricultores familiares y comunidades originarias, la comunicación, ejercida como un derecho humano, podía servirles para, sin intermediarios, ayudarles a expresar sus problemáticas, luchas y alegrías. En eso trabajo en esos 8 años”.

“Con otros compañeros, impulsó una red de radios escolares rurales, en las escuelas en donde asistían los hijos de los huerteros, de los agricultores familiares y campesinos con los que trabajaba. Esa era su preocupación, cómo la comunicación podía servir a esos sectores para decir, para denunciar la explotación y postergación, para ayudar a organizarlos”.

Bustamante explicó que la trabajadora “no tenía antecedentes cardíacos, hace poco fue mamá, desconocíamos si tenía algún tipo de problema de salud porque hasta eso nos están tirando algunos. No solamente nos pegan diariamente que somos ñoquis sino que además, una cosa de locos, de la solidaridad a la apatía en ese espectro hay gente de todo tipo, compañeros que han dado toda su solidaridad y todavía hoy estoy escuchando ‘ah, bueno, pero era contratada’. La verdad que es durísimo pero estamos dándonos fortaleza entre todos, seguimos asumiendo esta lucha que tiene que ver con detener los despidos”.

Agrega la carta de lxs trabajadorxs de ProHuerta: “Soñó e hizo lo posible, desde su lugar, por la construcción de la utopía de un país más justo e inclusivo. Su marido Germán también trabajaba la comunicación en el mismo sentido en la Secretaría de Agricultura Familiar. Tenían una nena que hace unas semanas cumplió un año. Como miles de laburantes de la gestión pública, desde hace 4 meses, viven la humillación, la persecución y el maltrato, no solo de un gobierno que nos trata de ñoquis y vagos, sino de un sector importante de la prensa nacional y la sociedad que repite ese relato, sin fundamentos, sin saber, sin conocer una sola historia de estos trabajadores, queriéndole cobrar a Melisas y Germanes vaya saber qué venganza”.

“Melisa Bogarin tenía 30 años. El proyecto de gobierno encarnado por Mauricio Macri no es solo un gobierno de ajuste, de devaluación, de tarifazos, de despidos. Es un gobierno de muerte. Y los trabajadores no queremos una muerte más. En tu memoria, por tu trabajo, por tus sueños y por tu familia, los trabajadores de INTA, tus compañeros, te prometemos mantener encendido el reclamo de justicia”, concluyeron.

Denunciaron a Vidal por homicidio culposo

El Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (SOEME) denunció penalmente a la gobernadora María Eugenia Vidal y al director general de Cultura y Educación Alejandro Finocchiaro tras el fallecimiento de una de sus afiliadas.

Yolanda Mercedes, vivía en Mar del Plata y trabajaba en la escuela especial 506 de esa ciudad. Desde el gremio manifestaron que murió “producto de un infarto tras advertir que en su cuenta sueldo sólo había $40 y no podía pagar el alquiler. El gobierno de María Eugenia Vidal le había aplicado un descuento de más de $6.000 sobre su salario”.

El gremio había mantenido medidas de fuerzas durante 45 días en reclamo de la reapertura paritaria y desde la gobernación aplicaron descuentos en el último recibo de sueldo por las ausencias.

“La muerte de Yolanda no fue en vano: en honor a su memoria, iremos hasta las últimas consecuencias para que cada uno de los responsables de esta aberración que se cometió con los descuentos abusivos e indiscriminados tengan que rendir cuentas ante la Justicia. Tenemos muchos casos de compañeros que han sufrido descompensaciones y todo tipo de problemas de salud. Desde el primer momento advertimos, cuando se conocieron los descuentos, que era una decisión criminal” expresó Marcelo Balcedo, secretario de Soeme en un comunicado.

“Lo más agraviante, en el caso de Yolanda es que ella ni siquiera hizo retención de tareas, pero igual le aplicaron el descuento. Así también ha pasado con compañeras que tienen licencia médica o que están internadas”, agregó por su parte el secretario de la delegación Mar del Plata, Enrique Sánchez.

(Por Francisco J Cantamutto) El escándalo conocido a nivel mundial como los Papeles de Panamá recién empieza a desplegarse. En Argentina,  el impacto fue inmediato, dado que involucra al propio presidente Macri y todo su entorno familiar. Hasta el momento las explicaciones son escasas y las pruebas directamente nulas, apelando –como ya es costumbre- a la fe y la buena voluntad.

El origen del escándalo

La cantidad de documentos hackeados del estudio Mossack Fonseca es varias veces más grande que los involucrados en el Wikileaks, del que aún surgen novedades. Procesarlo demanda mucho tiempo, y los alcances del escándalo están lejos de conocerse. Esta ha sido la razón aducida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (International Consortium of Investigative Journalists – ICIJ), que procesa los documentos mediante un software de reconocimiento gráfico.

Si bien esto probablemente sea cierto, esta asociación de periodistas creada en 1997 no es exactamente neutral. Según denunció Julian Assange, la misma es financiada por Organized Crime and Corruption Reporting Project y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Níkolás Stolpkin completa la lista con otros destacados aportantes: Rockefeller Brothers Fund, Rockefeller Family Fund, Open Society Foundations, Ford Foundation, Carnegie Corporation of New York. Open Society Foundations responde al especulador global George Soros, mientras que la Ford tiene conocidas relaciones históricas con la CIA. Aunque la fuente del hackeo es anónima, su procesamiento claramente responde a urgencias de geopolítica estadounidenses. Esto explicaría por qué no abundan en la lista del escándalo nombres de esta nacionalidad.

Pero el origen no debe opacar los hallazgos reales, sino más bien explicar el foco de énfasis al inicio: por qué aparecen unos nombres antes que otros. De hecho, dado que Estados Unidos cuenta con sus propias zonas de secrecía -Delaware, Wyoming, Nevada-, de mucha mayor escala que Panamá: los estadounidenses pueden aprovechar sus propios “paraísos”. En el listado se ha visto afectado, por ejemplo, el primer ministro David Cameron, que tras mentir públicamente 3 veces al respecto, debió aceptar haber obtenido rédito de una sociedad creada por su padre. Como participan del consorcio grandes medios de comunicación de la mayor parte del mundo, con agendas sólo en parte homogéneas, lo que dificulta contener la información. De hecho, el diario alemán Süddeutsche Zeitung (aquí traducción) se sorprendió del trato amable que la prensa argentina dio al presidente Macri.

Es que los representantes por Argentina en el ICIJ son periodistas de La Nación y Canal 13. Su objetivo de búsqueda primario era la ex presidenta Cristina Fernández, y “tropezaron” con estos casos alrededor del ahora presidente Macri. Mostrando lo sesgado e interesado de su investigación, el periodista de La Nación Hugo Alconada Mon reconoció que poseían esta información sensible antes de la segunda vuelta electoral, y decidieron evitar su estado público hasta ahora. Información que sin dudas hubiera incidido en el resultado, pues hubiera puesto en duda la transparencia promocionado por Cambiemos.

El impacto local

Las cuentas offshore son instrumentos financieros utilizados a escala mundial, con el objeto de ocultar información y evitar el pago de impuestos. Apañados por leyes locales que permiten estas prácticas, las empresas y los empresarios más poderosos toman provecho de ellas, incluyendo actividades ilícitas. Las acciones de Cambiemos desde que inició su gobierno no han contribuido a controlar el uso de estas cuentas, sino más bien lo contrario. La quita de controles a los movimientos de capitales (incluyendo la desaparición del mal llamado “cepo”) y los despidos masivos en la Unidad de Investigación Financiera facilitan los usos ilícitos de las cuentas offshore.

Ahora bien, esto no debe sorprender que en el marco de un gobierno cuyas figuras centrales están implicadas en este tipo de prácticas. La investigadora de CONICET y UNSam, Ana Castellani, ubicó a 7 funcionarios del gabinete nacional con cuentas offshore:

– Claudio Avruj, Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Involucrado en Kalushy SA, en Panamá. Avruj señaló que la empresa fue creada por la ONG B’nai B’rith, para la que trabajó. La organización lo negó de manera contundente.

– Carlos Augusto Lo Turco, Subsecretario Legal del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas. Involucrado en Marbira SA, en Panamá.

– Jesús María Silveyra Subsecretario de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Agroindustria. Involucrado en Trafimex SA Holding Corporation, en Panamá.

– Clarisa Lifsic, Secretaria de Promoción de Inversiones del Ministerio de Comunicaciones. Involucrada en 4 empresas en Chipre desde mediados de los años ´90, de las cuales tres continúan activas a la fecha. Orsett Investments Limited, Emerging Ukranian Limited, Ukranian Dolphin Limited y Prior Investments Limited.

– Hugo Darío Miguel, Subsecretario de Planeamiento en la Secretaría de Tecnología de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Comunicaciones. Involucrado en TESACOM Panamá SA.

– Jorge Braulio Norverto, Subsecretario de Ciberdefensa en el Ministerio de Defensa. Involucrado en La Jotabe, en Florida.

– Maria Paula Schiappapietra, Subsecretaria de Comercialización de la Economía Social de la Secretaria de Coordinación y Monitoreo Institucional del Ministerio de Desarrollo Social. Involucrada en Los Didis, en Florida.

Por supuesto, hay que agregar al listado al presidente Mauricio Macri, con al menos dos sociedades registradas en Panamá que lo ubican como director, Fleg Trading y Kagemusha. La última en operatoria y la primera vigente entre 1998 y 2008, ambas sin declarar por el presidente. De esta segunda, Macri dijo que no tuvo operatoria porque el negocio en Brasil no prosperó. Sin embargo, ha trascendido recientemente que el negocio en cuestión, la expansión del Pago Fácil en el país vecino, ocurrió bajo el mando del consorcio Macri durante el período 2001-2006, para ser luego vendido al socio Western Union. Es decir, el presidente habría mentido en su declaración jurada y en su excusa pública, siguiendo el patrón del inglés Cameron. Como señalamos, todo el entorno familiar de Macri está implicado con cuentas de este tipo en Panamá, lo que favorece la naturalidad con la que Macri reacciona ante las preguntas: forma parte de lo “normal” para el empresario.

El gobierno no ha dado hasta ahora ninguna explicación, y no ha aportado pruebas: todo se reduce a la voluntad de quien quiera creer. Los libros de las cuentas offshore podrían ser aportados por sus titulares si así lo quisieran. Como ya dijimos, no sólo la sospecha por actividades ilegales, sino la evasión y elusión impositiva, además de la falsedad de las declaraciones juradas, son elementos para cuestionar el accionar del gobierno. El discurso de la transparencia queda muy rápidamente desprestigiado.

(Por Francisco J Cantamutto) El consenso social es bastante amplio respecto de la corrupción: se trata de un flagelo que nos daña como sociedad. Resulta difícil encontrar alguien que defienda abiertamente la corrupción, incluso cuando a todas luces la práctica resulta más extendida que lo que se reconoce. ¿Por qué se sostiene entonces esta práctica delictiva? El tratamiento mediático generalizado pretende afirmar que se trata de la falta de altura moral de algunos individuos, que toman provecho de su posición de poder en algún escalafón del Estado para sacar provecho particular. Y seguramente algo de esto puede haber, pero… ¿es ésta toda la historia?

Trama de corrupción

Cuando se habla de corrupción se la asocia de manera más o menos automática la culpabilidad al funcionario público involucrado, olvidando relativamente la contraparte privada. Sin embargo, para que el acto de corrupción ocurra, son casi siempre necesarias al menos dos partes: es extraño el caso de un funcionario que actúe sin socios. Es que la corrupción cumple una función específica dentro del sistema nacional de acumulación: suele ser el precio pagado para obtener negocios asociados a posiciones monopólicas o cuasi-monopólicas. Dicho de otra forma, en la pelea por obtener negocios protegidos, la corrupción es un mecanismo que “acelera las gestiones”.

Esto ocurre en todos los países del mundo, donde grandes capitales han sido acumulados y se expanden de la mano de la demanda o la protección estatal. Dejemos claro algo: no todos los negocios con el Estado necesitan estar “sucios”, simplemente, ensuciarlos los facilita. Ocurre a toda escala: desde la compra de insumos básicos (papel o comida) pagada con sobreprecios o adjudicada sin licitar, hasta la venta de activos estatales (las privatizaciones de los noventa fueron una gigantesca estafa) o la colocación de deuda (¿no es extraño que la JP Morgan “le preste” a un ex empleado suyo en el gobierno?). Las posiciones protegidas por el Estado son un botín que merece disputarse, y en caso de escándalo, dejar caer el peso sobre la moral individual en lugar de la economía política.

Al enfocarse solo en los funcionarios corrompidos, hay un claro sesgo anti-político, que busca mancillar toda actividad estatal como moralmente dudosa, y al mismo tiempo desplazar el debate de la política a la ética: en lugar de discutir proyectos políticos, reducir el problema a la gestión “honorable” de lo existente. Esta fue el eje de la propuesta de la Alianza, que ganó en 1999 prometiendo conservar la Convertibilidad como modelo, pero gestionarlo sin corrupción. Esa fantasía acabó en unos meses con el escándalo de la ley “Banelco” de reforma laboral, y finalmente, con la crisis de 2001. Antes que eso, y mostrando la asociación de este discurso con el proyecto neoliberal, la corrupción había sido utilizada como excusa para justificar el proceso de privatizaciones: quitar de lo público las empresas las eximiría de desfalco. Sabemos con certeza que acabaron por convertirse en un nicho de ganancias privilegiadas e incumplimientos sistemáticos.

Proyectos políticos

Justamente, uno de los pocos puntos consistentes del discurso de campaña de Cambiemos (y del Frente Renovador) fue el combate a la corrupción, aunque esta vez sin preservar “el modelo”. ¿Por qué? Porque se caracterizaba al “modelo” sólo por su asociación con la corrupción: el kirchnerismo se veía reducido a una horda de saqueadores de los fondos públicos. Como ya hemos insistido, esta lectura es una expansión en clave liberal del planteo agrario de 2008, que logró presentar un malestar corporativo como un problema social, que afecta a la mayoría. La intervención del Estado es presentada como fuente de ineficiencia, malgasto, debido a la dudosa moral de malos “administradores”. Reemplazándolos por buenos “equipos” dirigidos por gerentes exitosos, la acción del Estado podría corregirse. Por eso, el Estado reclamado por el empresariado concentrado y el defendido por Macri no es un Estado “chico”, sino uno más eficaz en sus objetivos. El problema es político: cuáles son sus objetivos. Al enfocarse sobre esta forma de comprender la corrupción, Cambiemos evita de manera enfática pronunciarse sobre desfalcos privados.

Las cifras de la corrupción son, lamentablemente, malas. Tomemos la estimación realizada por el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE), que los diarios Clarín y La Nación toman como la mejor disponible, lo que quita sospechas de favorecer al gobierno previo. Según esta ONG, entre 1982 y 2007 se registraron 750 causas por corrupción, de las cuales sólo el 3% llegó a condena, prescribiendo la mayoría –mostrando la impresionante y aborrecible impunidad. Siempre según este informe, estas causas involucran un total de 13.000 millones de dólares, lo que constituye un verdadero agravio a la función pública, y la pérdida de valiosos recursos que podrían ser usados para inversión en educación, infraestructura, vivienda o salud, por ejemplo. Estos robos son reprobables, y no deben quedar impunes (incluyendo los que involucran al presidente y sus funcionarios, muchos con causas pendientes).

Ahora bien, esta cifra palidece ante los montos de la fuga de capitales. Usando los datos del especialista Jorge Gaggero, en el mismo período, se fugaron del país entre 171.000 y 342.000 millones de dólares. Esta fuga no ha ido toda a paraísos fiscales y sólo en parte está ligada a actividades ilegales. Pero sin dudas es dinero quitado de nuestra economía, que dejó de producir y dejó de aportar en impuestos, utilizando prácticas reprobables como subdeclaración de exportaciones o sobredeclaración de importaciones. En sus estimaciones más cautas, Gaggero indica que esta fuga significó una merma de recursos fiscales de alrededor de 1.250 millones de dólares por año. Serían unos 18.000 millones de pesos de abril de 2016, lo que equivale al 75% del monto anual presupuestado para Ciencia y Técnica o para Promoción y Asistencia Social. La fuga de capitales es un problema económico y fiscal, y a Cambiemos esto no parece importarle.

Dejémoslo claro: la corrupción es un flagelo y debe condenarse. No sólo en las causas previas, sino en las que involucran al actual gabinete. Pero al utilizarlo como eje privilegiado de intervención, se pretende evitar la discusión estrictamente política sobre los objetivos que se persiguen y los sectores sociales que se benefician. La asociación del déficit fiscal como problema y la corrupción como su origen tiene la intención de mancillar la actividad política, y darle solución mediante mayor presencia del mercado. Por eso, el sesgo elegido de las políticas de Cambiemos es darle rienda suelta a los actores empresariales poderosos. Las quitas de controles y regulaciones al comercio exterior y al movimiento de capitales aplicadas por Cambiemos facilitan esta fuente de elusión y evasión fiscal. Se trata apenas de otra de las pruebas de que Cambiemos sólo gobierna para empresarios.

(Por Julio Gambina) El 3 de abril se difundió el informe del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por su sigla en Inglés) sobre empresas offshore y fuga de capitales[1]. Allí aluden a información sobre más de 11,5 millones de registros financieros y legales, que expone un sistema de “delincuencia, corrupción y maldad, oculto por las empresas offshore secretas.”

Tal es el escándalo por la difusión de esa información renunció Sigmundur David Gunnlaugsson, presidente de Islandia tras las protestas masivas por revelaciones de que había sido propietario de una empresa offshore con su esposa.[2] La filtración de la información causó también conmoción en Nuestramérica, especialmente en la Argentina ante la presencia del Presidente Mauricio Macri entre los involucrados con empresas offshore en las Bahamas, conocido paraíso fiscal.[3]

Más allá de la filtración y las sospechas que genera la información[4], lo cierto es que evidencia la práctica generalizada de la Fuga de Capitales sostenida desde la facilitación de la circulación mundial del dinero. En un estudio sobre los tratados de libre comercio, presentado en el VII° ESNA[5] realizado en Montevideo entre el 31 de marzo y el 2 de abril, se informa que éstos no son “acuerdos comerciales”, sino “instrumentos de protección de las inversiones extranjeras”[6]. En la presentación se informa sobre los paraísos fiscales, que son resultado del proceso de liberalización que empujan los tratados de libre comercio y los tratados bilaterales de inversión.

Sobre los paraísos fiscales se informa de la difusión de los mismos en todos los continentes, destacando el caso del Estado de Delaware, en EEUU, en donde  aparecen “registradas 6.500 empresas. Dos tercios de las empresas del listado Forbes 500 tienen domiciliada alguna empresa en este domicilio, entre ellas Ford, American Airlines, General Motors, Coca-Cola y Kentucky Fried Chicken.” Informa sobre 830.000 compañías registradas en las islas Vírgenes Británicas, donde la población apenas llega a los 19.000 habitantes. Estiman en 2 billones de dólares “el stock de flujos que salieron hacia paraísos fiscales entre 1970 y 2011”, y se destaca Brasil con 520.000 millones de dólares, un 160% de su deuda externa; México con 417.000 millones de dólares, un 224% de sus pasivos externos; Venezuela con 406.000 millones de dólares, 728% de su deuda externa y Argentina con 399.000 millones de dólares, dos veces su deuda externa.

Convengamos que una empresa offshore es parte de la trama de la fuga de capitales y que la fuga de capitales no puede entenderse sin la complicidad del sistema financiero. No hay paraísos fiscales sin transnacionalización de la especulación y del sistema financiero, que tiene en su cúpula el FMI y al Banco Mundial. Una empresa offshore supone el registro en el exterior de una empresa, pero nadie organiza una empresa offshore en paraíso fiscal si no es para evitar pago de impuestos en el país propio o de la inversión. La filtración, más allá de las consecuencias políticas que supone, habilita a discutir la cuestión de fondo, que debiera reactualizar el fin de los paraísos fiscales, un tema que estuvo en la agenda del G20 desde que se auto consideró “ámbito de discusión de la crisis” a partir de sus inicios en noviembre del 2008.

En rigor, la cuestión de fondo es el capitalismo, ya  que el capitalismo de época es el delito, el contrabando, la trata de personas, el narcotráfico, la venta de armas. Son los asuntos, entre otros, que motivan el lavado de dinero y la fuga de capitales. Se trata de esconder las grandes acumulaciones que generan socialmente una tremenda brecha entre muy pocos ricos y muchos sectores empobrecidos. No debe sorprender la existencia de empresas y cuentas offshore de gobernantes y famosos, ya que se trata de una práctica usual de las clases dominantes en el capitalismo contemporáneo. Es la forma cotidiana de expresión del capitalismo especulativo y normal. Para terminar con el negocio offshore hay que terminar con la especulación y la economía del delito, es decir, con el capitalismo.

¿Cómo hacemos lxs profesionales para aportar, entrelazar, conocimientos que adquirimos en la educación formal al campo popular sin quedar atadxs a nuestros propios deseos? De mínima creemos que actualizar este debate planteándolo en los espacios académicos es una incipiente iniciativa.

“No somos de cartón, no somos reciclables, tampoco descartables; somos cartoneras” es la premisa con la que trabajamos para construir este material sonoro que relata las historias de vida de tres mujeres cartoneras de Villa Caracol, barrio periférico de nuestra ciudad caracterizado históricamente como un barrio que, producto de las consecuencias del neoliberalismo, vive y se alimenta de la práctica del cartoneo.

Estas voces representan identificaciones distintas de lo que implica pensarse cartoneras, teniendo en cuenta sus formas de trabajo, su historia personal-colectiva y sus luchas sociales, pero encuentran similitudes en su condición primera: ser mujeres. Por eso buscamos conocer, dar a contar, cómo llega una mujer a ser cartonera, y como llega un cartonera a pensarse mujer.

Sentirnos mujeres y colectivizarnos como tales, resulta necesario para dar cuenta y denunciar que los relatos históricos nos han condenado tradicionalmente al olvido, producto de la historia oficial androcéntrica, escrita y relatada por varones. Aún cuando hubo intentos por incorporarla, en la mayoría de los casos, resultó funcional a la idea de la “complementariedad”.

Por esta razón, la historia de las mujeres se ha ido constituyendo producto del movimiento social, político, feminista; donde continuar con la tarea de nuestras compañeras para terminar con el sexismo predominante en los relatos, nos impulsa a tomar dentro de tantas tareas; documentar sobre, por y para nosotras.

En este sentido compartimos este material radiofónico para que se escuche, se comparta y fundamentalmente se utilice como una herramienta de análisis e impulso para pensar y planificar nuevas estrategias comunicacionales-educativas contribuyendo así en espacios de reflexión, diálogos, medios de comunicación, prácticas políticas, y vínculos sociales no sexistas, antipatriarcales, incomodantes y feministas.

Ficha técnica de la producción sonora

Autoría: Paula Mailen Ercoli

Edición y Artística: Emiliano Randazzo

Memorias del proceso de tesis

Director: Pablo Becher

La CTA Autónoma, Consumidores Libre y la Defensoría de la Tercera Edad porteña  convocaron a boicotear a las grandes cadenas de supermercados de todo el país mañana con el fin de expresar un claro mensaje hacia estos formadores de precios que fomentan la inflación y el abuso de los precios.

Bajo la consigna “#SúperVacíos”, la iniciativa apuesta a que sea la población, al no realizar compras, la que exprese un contundente mensaje a quienes remarcan a diario los alimentos como la leche, la carne, el pan y demás productos básicos en la mesa de cualquier familia, por un lado, pero también para quienes tienen la responsabilidad de gobernar y no toman medidas al respecto.

“Los ‘súper vacíos’ darán el mensaje pacífico pero elocuente, de una ciudadanía cansada ante la inflación y la suba permanente e indiscriminada de precios. Sabemos que no comprar durante un día no es la solución, pero estamos convencidos que va a ser un mensaje muy claro a los grandes comercios que abusan de nosotros y también para quienes gobiernan”, afirmaron las organizaciones convocantes.

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