El tan anunciado proyecto de ley fue presentado en el Congreso. En un contexto de dificultad económica a nivel mundial y de distorsión en los precios de bienes esenciales derivadas de los años de pandemia y el conflicto bélico en Ucrania, el gobierno apunta a reducir injusticias redistributivas. El análisis de Maju Eliosoff.
En la columna de Salud de FM De la Calle, el dr. Horacio Romano propone un análisis sobre la contaminación del aire y de las políticas de control y medición existentes en nuestra ciudad.
Este martes se realizó la 20° reunión de la Asociación de Empresarios Argentinos de la cual sobresalieron los dichos de Federico Braun, dueño de la cadena de supermercados La Anónima. El economista Francisco Cantamutto, analizó en FM De la Calle la conformación de AEA, su historia y su presente.
¿Cómo se compone la recaudación en nuestro país? ¿Está bien que se cobre impuesto a las ganancias sobre los salarios? ¿Quiénes son los grandes ganadores y quiénes pierden siempre?
La revista The Economist se refiere en su última edición a la “catástrofe alimentaria que se viene”. La invasión de Rusia a Ucrania está impactando en la economía mundial y disparó el precio del trigo y otros cereales que Argentina produce y exporta. Agostina Costantino analizó la situación en FM De la Calle.
El 10 de mayo un grupo de diputados y diputadas presentó en el Congreso de la Nación un proyecto que propone ampliar el sistema de seguridad social mediante un Salario Básico Universal.
“Toda persona con colon irritable sabe que con determinada dieta empeora. Indudablemente nuestros cambios alimenticios han hecho que esto se vaya agravando”. El dr. Horacio Romano mencionó los síntomas que hay tener en cuenta y a qué alimentos prestarle atención.
La Organización Panamericana de la Salud alerta desde hace 2 décadas sobre el cambio climático y sobre los efectos concretos sobre la salud. “Es notable como ni el público en general, ni aquellos que trabajamos en salud, ni las organizaciones universitarias, están al tanto de este tipo de problema”, afirmó Horacio Romano en su columna de FM De la Calle.
La economista Agostina Costantino afirma que la reducción del déficit fiscal, el aumento del PBI y las reformas estructurales que exige el Fondo Monetario Internacional agravará la ecuación en términos de género.
En su columna de FM De la Calle, el dr. Horacio Romano repasó el rol de los profesionales de la salud durante la última dictadura cívico militar eclesiástica.
Tras la actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil, la economista Maju Eliosoff abordó la relación entre el mercado laboral y la inflación.
En esta nueva entrega de su columna de Salud, el dr. Horacio Romano, nos cuenta sobre los beneficios de realizar actividad física destinada al fortalecimiento muscular y su incidencia no sólo en la mejora de la calidad de vida, sino en la prevención de enfermedades no transmisibles y en la baja del índice de mortalidad.
El economista Francisco Cantamutto analizó el plan económico detrás del acuerdo con el FMI que tuvo media sanción en Diputados y que este lunes comienza a ser debatido en el Senado. El columnista de FM De la Calle ponderó los alcances del ajuste y la incidencia del nuevo contexto mundial a partir del enfrentamiento Rusia-OTAN.
En su primera columna de Salud de la 13° temporada de En Eso Estamos, el dr. Horacio Romano repasó los aspectos sanitarios y sociales más destacados de lo vivido en pandemia. ¿Qué podemos esperar en el futuro inmediato?
(Por Astor Vitali) Cuando murió David Viñas, muchos intelectuales se ocuparon de decir que se había ido un tipo de intelectual que ya no sería posible. Un argentino de corte sartreano propio del siglo XX, en esta América convulsa. Pero ¿Viñas buscaba, con su obra y con su trabajo, convertirse en una pieza de museo (como querían esos intelectuales) o en motor del pensamiento crítico que pueda encarnar en otres pensadores que le vayan sucediendo? Murió Horacio González y, al margen de la partida de un pensado original y único en tanto su obra es suya y su mirada propia, rechazo las posiciones que despiden a un tipo de intelectual que ya no será posible. Que haya vivido Horacio González es motivo suficiente para desear más pensadores de corte gonzalezco.
¿Qué es rendir homenaje? Depende del legado. En el caso de una persona que se dedicó al pensamiento crítico, parado en su tierra y posicionándose en su tiempo, esta pregunta es de fácil resolución: se espera personas inspiradas en el pensamiento crítico que se paren sobre su tierra y se posicionen en su tiempo, a modo de homenaje.
Este es nuestro punto de partida: nada de homenajes que hablen de González con el lamento de la añoranza, con la mirada del atardecer perdido que jamás vuelve. Sí, es cierto: su voz en un espacio público, no vuelve. Pero la voz es un hecho misterioso constituido de muchos más elementos que cuerdas. ¿No está su voz en los libros escritos, en las cátedras dadas, en centenares de alumnos y de alumnas que acudían a sus clases deseosos de saberes, empujados por articulaciones del lenguaje, siempre provocativas y con textura? Podemos encontrar su voz en los miles de escenarios en el espacio público, instituciones, organizaciones en las que el eco de sus pensamientos resuena y resonarán.
Se ha destacado por estas horas, también, su honestidad. Decir que alguien es honesto porque no robó es decir poca cosa. La configuración de los delitos es establecida por quienes tienen algo que perder y, en contrapartida, es interés de los y las intelectuales críticos la política de los desesperados –a quienes todo les fue ya arrebatado, inicialmente. La honestidad intelectual –que González tenía– es una honestidad de otro tipo; es una que cuesta en recursos económicos (altos costos económicos paga quien se atreve a los matices, en ámbitos de pensamientos conscriptos a una causa cerrada), cuesta juzgamientos apresurados de quienes leen hasta el título y prefieren la rápida reacción (que debería ser siempre de derecha) a la profunda reflexión, y por supuesto, se pagan altos costos en el ámbito de la circulación de ideas en un contexto en el que la industria cultural padece el grado de concentración vigente.
Estas horas son, para Horacio González, de enorme reconocimiento y afecto: amigos y enemigos saludan a un pensador crítico, con el que se pudo acordar o disentir pero a quien se puede eludir.
Ayer me dijo alguien: escribía medio críptico, difícil de entender. Hay allí, en el uso del lenguaje (del pensamiento) de González, algo que reivindicar: alguien que piensa complejo, enuncia complejo y al hacerlo, al brindar sus pensamientos a la comunidad, no hace otra cosa más que estar a su servicio, y sobre todo, no subestimar a sus interlocutores.
Hay otros dos modelos de intelectuales: el que “habla difícil” pero su decir no resuena (orador vacuo) y aquel que “se le entiende” pero su diatriba constituye una estafa (el chanta de masas).
Horacio González buscó la profundidad del pensamiento, la complejidad de las ideas, las imbricaciones de las ideologías contrapuestas. Hay una pregunta de verdaderas implicancias políticas: ¿qué hay de verdad en el pensamiento del enemigo?
Me dijo esta persona que, además de sentir que González “hablaba difícil”, de igual modo, cada vez que lo leía sentía que no entendía pero que había algo importante allí en su palabra, y que esto lo llevaba a interiorizarse en su pensamiento hasta comprender. Bravo, Horacio. González seducía con su pensamiento, entonces, podemos decir. González hacía, con palabras y con ideas complejas, que las personas se internaran en la complejidad, en lugar de quedarse en la llanura de la imagen en la era de los likes. ¿Puede haber algo más contrahegemónico que generar en los otros y en las otras una actitud vedada por el mercado, una acción exactamente contraria a la esperada o generada por la maquinaria del poder?
Retomar el asunto de su vínculo con el campo de lo enemigo, en su discurso de despedida de la Biblioteca Nacional (2015), González habló del respeto de los legados como una “pequeña astucia de la historia”. Es decir, estudiar a los conservadores, tanto o más que a los propios. En otras palabras, adentrarse en el pensamiento milenario, dado que los conservadores basan sus sistemas con anclaje helénico, latino, etc.
“La idea de best seller la conocemos; nos produce el placer que elegimos, bueno o malo. La idea de leer aquello que sostiene nuestro espíritu, también la conocemos, es una idea formidable, la lectura es una lectura amiga, que intercala con nuestros pensamientos otros de los que podemos aprender. Y después hay un ejercicio lectural, que es un ejercicio atrevido, porque invierte esta relación lineal y afectiva de lo que leemos, y se trata de sacar experiencias de lo que no nos gusta o de lo que consideramos demencial o inapropiado, siempre que esté sostenido por un espíritu que nos intereses. Ese espíritu que nos interesa no necesariamente puede decir las cosas interesantes para nuestra vida, y no obsta que lo condenemos, también. Pero, para el lector, condenable o no condenable, nunca cesa la soberanía que lleva hasta las últimas consecuencias de la lectura. Es el lector que lleva hasta las últimas consecuencias de su no gusto, de su no acuerdo, la capacidad de explorar un texto enemigo.
Hay algo en la lectura que al enemigo lo convierte en algo donde cesa la hostilidad, y en un único segundo, en un chasquido, se muestra de alguna manera un mundo asombroso, donde reina a veces casi soberana una palabra, una idea, una forma del genio” (Facultad Libre).
Saber que es preciso reconocer cómo piensa quién me piensa. Porque un enemigo se piensa y piensa al otro. Hay, en rigor, una actitud vanidosa o religiosa en quien se queda con su librito de verdades, únicamente, y no intenta indagar sobre lo diferente. Lo que nos constituye es la otredad: ¿cómo desconocerla, entonces, si nos constituye? Estoy delimitado, y mis límites participan de lo externo, se tocan con lo otro, necesariamente, lo reconozca o no.
Y, como somos pensados, es preciso también, pensar. “Un proceso popular como el que encabezaron Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, necesitaban pensamiento”, dijo en la mencionada despedida de su cargo de director de la biblioteca.
Defender el pensamiento es una actitud eminentemente contracultural en el contexto actual, por ende, crítica y revolucionaria.
Borges y Horacio González compartieron mucho: la pasión por el ser de esta tierra, la Biblioteca Nacional, el amor por la literatura, los deslizamientos de lo que parece fijo y las implicancias concretas y metafísicas de lo que nos es dado. El González maduro estuvo al frente de lo que llamó “una de las viejas maestras de la Historia de la nación argentina” que “no es una única historia”, debiendo considerar además que “nos hace a todos mucho más libres saberse parte de una comunidad”.
Desde posturas ideológicas irreconciliables, el pensamiento puede discurrir en el ámbito de las profundidades de la indagación filosófica y ética: y esto constituye un aporte invaluable a su pueblo. Para en el medio de su pueblo. No arriba: entre.
Por supuesto, es una vida muy larga y este artículo muy corto. Datos biográficos, anécdotas, emociones y saberes se escribieron estos días por doquier. Aquí quisimos dejar sentado que Horacio González es un pensador ubicado en su pueblo, indagando milenios, abriendo puertas entre lo que no quiere verse, tal vez, por temor a reconocerse.
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