A partir del aniversario número cien de la Cooperativa Obrera, FM De la Calle entrevistó a su Gerente General, Héctor Jacquet, abordando temas de impacto social como el rol del cooperativismo en el contexto económico actual, el vínculo entre trabajo y tecnología, las posturas ante los proyectos especulativos, la concentración en mercados virtuales y las propuestas alternativas posibles, los vínculos con la economía social y solidaria, el salario y las condiciones de trabajo en el marco cooperativo, y la propuesta cultural de la entidad.

¿Cuántos proyectos cooperativos pueden dar cuenta de esta larga vida en el país?

Suelo definir lo nuestro como una experiencia cooperativa exitosa, en el sentido de que pudo transcurrir cien años de historia en un país con tantas vicisitudes. Y digo una experiencia porque fueron muchas.

A fines del siglo XIX y principios del XX, hubo toda una corriente importante de trabajadores fundamentalmente, de usuarios, consumidores, que se decidieron por la vía cooperativa para poder resolver algunas necesidades.

El mundo atravesaba un año muy difícil en el año en que nació la Cooperativa y eso fue parte del motivo. Había terminado la Primera Guerra Mundial. Los campos de siembra de toda Europa habían sido campos de batalla. No había cereales ni oleaginosa ni carne suficiente para alimentar a tanta población. La guerra había hecho un estrago muy grande. Eran época de caballería, sable y aparecieron las primeras armas de fuego semiautomáticas, con lo cual el poder de destrucción y la matanza fue extraordinaria.

En este lado, muchos de los inmigrantes que venían a buscar otro modo de desarrollar su vida, de formar una familia, se encontraron entre otras cosas con dificultades económicas a partir de tener un país todavía con una legislación laboral incipiente, con largas jornadas de trabajo, con precios de los productos básicos muy caros –justamente, a raíz de la primera posguerra- porque los valores internacionales del trigo, maíz, la oleaginosa y la carne eran muy altos, Europa compraba a Australia, Estados Unidos, Argentina, Canadá, y eso hacía que los productos tuvieran un precio internacional muy alto y en constante crecimiento, o sea, inflación.

El valor del cereal de la época se iba cotizando en los diferentes mercados permanentemente en alza a raíz de la escases. Y cuando se producen esos movimientos de precios es como un tren donde la locomotora tira con los precios hacia arriba pero todos los que vienen atrás empiezan a empujar. Cuando digo los que vienen atrás me refiero a todo una cadena que se supone que es de valor pero en realidad es de especulación. Entonces, como el trigo dentro de cuatro o cinco meses va a ser más caro, por las dudas, el que vende trigo en la Argentina dice: bueno, vamos a ponerlo más caro para el mercado interno porque si no me pierdo la oportunidad de venderlo al mercado externo, y comienza a aumentar.

Y comienza a aumentar especulativamente porque es todo una especulación el mercado. Los mercados son una especulación: se especula cuánto va a valer en función de cómo se dan las cosechas y otros elementos. Y también es una especulación el precio del molinero que va a comprar el trigo y como no sabe bien cuánto va a costar dentro de cuatro o cinco meses, él también va aumentando la harina, un poco por lo que aumenta y un poco por lo que podría llegar a aumentar. O sea, tiene una carga especulativa el costo otra vez. Y luego el panadero hacía lo mismo. Y al final de la cola el consumidor es el que paga el pato. Pasaron cien años y esta historia se repite hasta el cansancio, sobre todo en países como los nuestros.

En aquel momento, lo que ellos vieron, los pioneros de la Cooperativa, en su gran mayoría obreros ferroviarios, es que organizando una cooperativa podían defender mejor la economía familiar a partir de producir pan. Pensaban una cooperativa obrera, panadera, molinera y anexos. Buscaban moler el trigo, hacer la harina y producir el pan. Nunca pudieron hacer eso.

Se dieron un gran debate de entrada, un debate importantísimo porque fortaleció democráticamente a la organización y porque nos dejó una enseñanza a todas las generaciones que seguimos y tiene que ver con lo siguiente: tomar decisiones en el presente pero pensando en el futuro.

El gran debate era: un grupo quería alquilar una panadería, producir pan rápidamente más barato y el otro grupo decía esperemos un poquito más, hagamos un esfuerzo. Hacían mítines, reuniones, volanteaban en los lugares de trabajo, en los talleres, para sumar más asociados a la cooperativa y que todo el mundo pusiera una cuota de capital para construir una panadería y por eso recién en 1922 sacan el pan… pero en una panadería propia. ¿Y qué es lo importante de eso? Les dio autonomía.

Los industriales panaderos, que estaban organizados en una cámara en la época, salieron con los pies de punta contra la Cooperativa. Un poco lo que le ha pasado al banco cooperativo estos días que a través de un supuesto ataque a su presidente Heller en realidad están atacando al banco por ser una cooperativa. En aquella época existían esos ataques y fueron furibundos. Si nos alquilaban la panadería nos hubieran agarrado de un puño. Como la Cooperativa encara su propio proyecto y está pensando en el futuro y dice: no, vamos a hacer pan para diez años, para veinte años, el primero de mayo de 1922 la Cooperativa levanta su persiana y comienza a distribuir pan.

El otro tema importante es que lo hace un primero de mayo, es todo un mensaje a todo el mundo, podría haber sido cualquier día. En aquella época el primero de mayo era una jornada de lucha de los trabajadores; por las ocho horas laborales, por el sábado inglés, por el descanso laboral del día domingo. Era una jornada de lucha. Y ese día salen con el pan. Reivindicamos eso como gesta de los trabajadores de Bahía Blanca y también como enseñanza de cómo encarar las cosas pensando en el futuro. Y siempre nosotros hemos dado esos pasos de inversiones o de crecimiento de la Cooperativa, no pensando en los próximos seis o siete años sino a futuro, a largo plazo.

Hoy se habla mucho de los capitales financieros que especulan para ganar en el menor plazo posible, en proyectos que no aportan a las sociedades donde intervienen. En este caso, además, el crecimiento se da desde un lugar del país hacia una región, a diferencia de los modelos trasnacionales que supuestamente son más efectivos pero ¿cuánto dejan a la economía concreta de los lugres? Podríamos poner el ejemplo de Waltmart que, en su momento aparecía como un nuevo modelo. Hoy mismo, uno va, y ve que no hay trabajadores en las cajas, lo cual es paradójico porque otros trabajadores van a lugares donde no hay pares. ¿Cuál es la opinión de la Cooperativa respecto de la automatización en los supermercado?

El problema no es de la tecnología: el  problema es qué hacemos con la tecnología. El sistema capitalista, en términos generales, ha permitido que grandes sectores del planeta, generalmente países poderosos desde lo militar y que son fuertes respecto de los demás, se han desarrollado y se han industrializado. Pero tienen una falla de origen y es que es un sistema que no redistribuye la riqueza que se genera. Por el contrario, la concentra. Y en las últimas décadas eso se ha agravado enormemente.

Una cosa es el capitalismo como se entendía hasta la década del cincuenta, del sesenta del siglo pasado y otra es el doy que está en manos del capital financiero, que es mil veces peor. O sea, aquel defecto de origen en el sistema capitalista, fue potenciado por mil por el capitalismo financiero que pretende rentas rápidas, urgentes, y donde no hay ningún miramiento, ya no solamente por el ser humano que tengo al lado que está trabajando, produciendo riquezas, sino que tampoco tiene miramientos por el medio ambiente y así es como sin problema destruye el planeta, es terriblemente extractivo de las riquezas naturales.

Ahora bien, ese desarrollo ha permitido un desarrollo tecnológico extraordinario del cuál uno debiera alegrarse siempre y cuando esté al servicio del bienestar de la gente. El problema es cuando eso se aplica de un modo tal que permite maximizar la rentabilidad, olvidarse de la gente y perder de vista que si no hay trabajadores que reciban una paga justa y que tengan empleo no hay manera de llevar adelante un futuro posible y olvídate del consumo.

Hay una vieja enseñanza. La primera huelga grande, grande que hubo fue de los anarquistas en París a principios del mil novecientos. Fue a partir de que comenzaron a incorporarse automóviles a combustión como taxis. Los anarquistas manejaban el gremio de los choferes. Eran los choferes de los carruajes que llevaban a la gente. Incendiaron todo e hicieron una revuelta fenomenal.

El primer gran debate que hubo ahí es qué hace el hombre frente a la tecnología que termina subyugándolo, dejándolo sin empleo, lo amenaza, etc. Lo que se produjo es una transformación y hoy el mundo sería impensable sin los autos. Para traerlo hoy al tema de las cajas registradoras: yo no sé si se irá a imponer o no el sistema. Porque hace unos años atrás uno pensaba que sólo se podría extraer dinero del cajero del banco y después aparecieron los cajeros automáticos. El tema es si el sistema puede darle la posibilidad a los trabajadores de que tengan jornadas laborales más justas, no tan largas. Para poder subsistir se tiene que trabajar muchas horas extras, muchas horas de trabajo. Si la tecnología nos permitiera que el mismo trabajador tuviera una productividad mayor con menos horas de trabajo, el mundo incorporaría más mano de obra para hacer lo que hay que hacer.

En segundo lugar, así como hay nueva tecnología que reemplaza mano de obra hay que generar más fuentes de empleo para ir ocupando la mano de obra.

Hace tres años estuve en Alemania en una feria muy importante donde se estaban comercializando de manera masiva estos sistemas de auto cobro. Y en la Cooperativa lo analizamos y lo que nos planteamos fue: por ahora, no. Porque no estamos en condiciones de asegurar empleo con otras actividades que pueda ocupar a la gente que desocupa la tecnología. Bueno, esto habla de una responsabilidad social que las cooperativas tenemos. Y por ahí una gran empresa que necesita tener un lucro urgente, un excedente rápido, una ganancia fácil de obtener no piensa en eso y se desembaraza de los trabajadores.

No estamos de ninguna manera en contra de los avances tecnológicos. Estamos a favor de que esos avances tecnológicos sirvan para mayor bienestar para la mayor cantidad de trabajadores posibles. Y eso sería un modo virtuoso de aplicación de la tecnología.

Hay ahí otro elemento que tienen que ver con ser parte del lugar…

Sí, porque ahí hay un compromiso mayor porque trasciende la propia empresa que uno está administrando, es con el lugar, con sus compañeros de trabajo. Hay una visión que tiene que ver con el desarrollo regional. Se entiende y se comprende que nos salvamos juntos o no se puede salvar nadie. Cuando dijo juntos: los trabajadores, los consumidores, los jóvenes profesionales que se desempeñan, las PyMES. Sabemos que somos un conjunto de ciudadanos que lo que nos une es compartir un determinado territorio y a ese territorio hay que sacarlo adelante, hay que desarrollarlo.

A mí me gustaría un mundo sin banderas, sin fronteras pero mientras eso no suceda el primer compromiso que tenemos, si somos gente de bien, es con el lugar que habitamos. Eso de algún modo nos ubica en la obligación de hacer reinversión permanente. Los excedentes son repartibles; la comunidad sabe que una vez al año pasa por una caja de la Cooperativa Obrera y se retorna parte de ese excedente y el resto se reinvierte.

Por ejemplo, el jueves 29 con la visita del gobernador Kicillof inauguraos una planta frigorífica muy importante para la distribución de productos frescos y fraccionamiento de quesos y fiambre, que nos costó muchísimo dinero, fue un enorme esfuerzo para la Cooperativa y ocupa a cincuenta personas que ya están trabajando. Es un aporte al mercado laboral. Por ahí, es humilde, pero es un aporte que las cooperativas hacemos sin prisa y sin pausa, todas en general.

Hablando de la actualidad, uno de los actores que ha crecido y se ha enriquecido es Mercado Libre. Esto también tiende a la concentración. ¿Cómo se vincula la Cooperativa con este tipo de fenómeno contemporáneo que hoy se expresa como un actor importante?

Quiero diferenciar lo que es un sitio de venta por internet (eCommece) y lo que es un mercado virtual (Marketplace). Mercado Libre es un mercado virtual. Imagínense una plaza de una población hace ochenta años atrás, se acercaba la gente con su producto a ofrecerlo en una feria. Se denominaron siempre ferias francas: primero, porque el productor le vendía directamente al consumidor. Segundo, porque era una determinada plaza que los municipios la ponían a disposición, sin costo.

Ahora veamos la diferencia. Un marketplace por internet, como Mercado Libre, es la posibilidad de que alguien que tiene un producto lo pueda ofrecer directamente al que lo va a comprar o consumir. Pero hay un detalle: para poder estar allí tenés que pagar. Ya no es la feria romántica; para estar allí, tenés que pagar. Y eso genera ganancias extraordinarias a quien administra ese sitio.

Y, por otro lado, entre la publicidad, la propaganda, la cultura que eso genera, pareciera que no hay otro modo si no es estar ahí. Eso es parte de la capacidad que tiene el capitalismo de imponer nuevas formas. Lo hizo siempre y lo seguirá haciendo.

La pregunta es cómo nos paramos frente a eso. Creo que, por un lado, las organizaciones pueden tener sus propios sitios de comercialización por internet. Segundo, al hacerlo directamente desde el propio sitio uno asume un nivel de responsabilidad, sobre lo que está comercializando, mucho mayor.

La Cooperativa está en ese camino: también estamos inaugurando el primer centro de distribución de comercio electrónico de todo el sur argentino que ha incorporado unas treinta personas, inicialmente, para poder operarlo, en el camino de acceso a puerto. Es el más novedoso porque es el primero que hay desde La Plata, Buenos Aires, hasta el sur argentino.

Ahí, cuando yo decía al principio que la cooperativa toma decisiones en el presente pensando en el futuro, es porque eso es el futuro. ¿Y por qué es el futuro el comercio electrónico? Porque el consumidor lo está demandando. Un poco porque hay mucha propaganda. Pero, por otro lado, porque las nuevas generaciones están privilegiando un modo de vida mejor, entonces no se quiere perder tres horas en un supermercado, en un hipermercado; prefiere salir a caminar, ir a jugar al fútbol, tocar la guitarra, dedicarle tiempo al ocio… y lo bien que hace.

Ahora bien, las organizaciones que ponemos al servicio del consumidor estas soluciones tenemos que hacerla de un modo tal que tengamos autonomía, que no caigamos en la trampa del sistema; vos te tenés que plantear como alternativa, pero si vos te sumás a la misma corriente donde están ellos, el manejo de la situación lo tienen ellos. Uno tiene que hacerlo desde la vereda de enfrente, como lo hemos hecho desde hace cien años. Como lo hace la banca cooperativa, plantándose frente a la gran banca nacional e internacional o como hacen las cooperativas de servicios públicos plantándose frente a las grandes distribuidoras de energía.

No es posible tapar el cielo con un pañuelo o sea que hay determinadas situaciones que efectivamente producen cambios muy importantes en los consumidores, en los usuarios y uno tiene que estar a la altura de las circunstancias. Ahora bien, hay que hacerlo del modo cooperativo, del modo que los excedentes que se generan sean parte del capital social.

Todo ese enorme capital que hoy tiene la Cooperativa con tantas sucursales, depósitos, instalaciones… qué bueno es poder decir que es de cada uno de los asociados. No hay un José Pérez que es el dueño de todo eso y el día que quiere lo vende y se va a vivir a Honolulu. ¡No! Es de acá. Estamos acá. Cada ladrillo que se pone quedará como patrimonio de los propios bahienses, o la gente de Punta Alta, o de Pigüé o de Coronel Suárez, de donde sea. Eso creo que hay que rescatarlo, es la gran diferencia cooperativa, independientemente de cumplir cien años que es muy lindo y uno lo celebra.

¿Qué vínculo tiene la Cooperativa con la economía social, con la economía popular?

Es muy fuerte y en los últimos años, hablo de unos doce, hemos crecido muchísimo. Hoy más de mil millones de pesos por año lo compramos en mercadería a empresas cooperativas, recuperadas. Yo estuve muchos años en la Gerencia de Compras, y con el gerente de la época, Juan Carlos Deambrosi, estuvimos con algunas de las empresas recuperadas que empezaban a aparecer en el país. Veíamos por la televisión, por la radio, trabajadores que recuperaban empresas, allá por el 2007, 2008. Muchas nos empezaron a hacer marcas propias. Otras comercializábamos sus productos. Hemos llegado a puntos de comunión muy importantes.

Allá por el 2014, se volvió a poner en marcha lo que era la planta industrial de Aurora Grundig. Lo hizo una cooperativa que se llama Renacer. Tuvo muchas dificultades para poder arrancar porque no tenía crédito de Acindar o de Aluar para la producción de hornos de microondas. Del gobierno nacional, fundamentalmente desde el ministerio de la Producción de la época, se hicieron algunas gestiones para ver quiénes podían dar una mano.

La presidenta de la nación de la época fue a inaugurar la planta. Ese día de inauguración, la planta estaba produciendo hornos microonda, entre otras cosas, con una orden de compra que sirvió de aval por cerca de dos mil microondas que le compró la Cooperativa. Esa orden de compra sirvió como un aval bancario para comenzar a tener algo de crédito. Junto a subsidio y crédito que le dio el estado, se puso en marcha.

Pasaron los años y hemos tenido idas y vueltas propias de las dificultades que presentan las empresas recuperadas ya que los trabajadores se tienen que volver cooperativistas de la noche a la mañana. Es todo un aprendizaje.

Para el último mundial de fútbol, la Cooperativa comercializó unos televisores con la marca Coop. Es un convenio con la Cooperativa El Hogar Obrero que nos cedió el uso de marca. Y es un convenio con Renacer en el que la Cooperativa importa todos los elementos necesarios para hacer un televisor desde China, ellos hacen el ensamblaje y determinadas partes que estamos en condiciones de fabricar en el país (entre ellos, control remoto, embalaje, parte del gabinete, las patitas) y nos hacen un televisor con la marca Coop.

En otro ejemplo, Fecoagro es una federación de cooperativas agrícolas de San Juan. Fundamentalmente producen semillas para el INTA Pro Huerta. Pero tienen un problema: para obtener la semilla, desechan el zapallo. Comenzaron, sobre todo las mujeres de las cooperativas de base, a producir dulce. Hicimos un acuerdo con la Cooperativa Obrera para comercializar los dulces de Fecoagro.

Dos veces al año, entre ellos en julio para el día de la cooperación sacamos un folleto, un folder exclusivo de productos cooperativos, todos los años. Financiado por Coope Plus y Cabal e impreso en los talleres de Gráfica Cooperativa. Es decir, un folder cien por ciento cooperativo.

COTAGRO es una cooperativa de comercialización de maní de los pueblos del sur de Córdoba. Empezaron a comercializar a granel, en silos. Iba a importación y en algún momento se les ocurrió poder incursionar en el mercado local, dominado absolutamente por la multinacional PepsiCo. El mercado de los snack. Hablo de cuatro o cinco años atrás.

Nos traen unas muestras de un maní espectacular. Era tan premium que lo embazaban en un frasquito de vidrio. Seleccionaban las mejores partidas para el mercado local; primera gran diferencia. Nos parecía imposible de comercializar porque estaba muy caro. Entonces surgió la idea de hacer un potecito de plástico. Es el que hoy se ve en las góndolas.

Se comercializa: con la marca Cooperativa, en la obrera;  con la marca Primer Precio en alrededor de veinte supermercados en el país; con la propia marca de COTAGRO en el resto del país. Se han convertido, en cuatro o cinco años, en un actor importantísimo en la góndola de los snacks. Y en la Cooperativa son el número uno indiscutido.

Alguien puede decir ¿hacen mucho o poco? Yo no sé si es mucho. Lo que hacemos es poner a disposición parte de la góndola para que ofrezcan sus productos. Ese el aporte que hacemos.

¿Cómo se piensa la cuestión salarial? Se suele decir que en el sector privado se gana mejor que en el universo cooperativo…

Siempre al mismo puesto nosotros estamos por encima del CCT. Siempre. A la misma antigüedad y al mismo puesto porque la Cooperativa tiene reconocimientos especiales que el resto del mercado no tiene. Una vez al año también tenemos un reconocimiento que tiene que ver con la Ley de Cooperativas que dice que dice que un cinco por ciento de los excedentes debe ser destinado a un premio estímulo o acciones a favor del personal, también.

La Cooperativa tiene varios beneficios que no tienen que ver exclusivamente con lo salarial. Por ejemplo, un descuento permanente en las compras que los empleados hacemos en la entidad. Y la posibilidad de acceso a un crédito súper especial, no solamente para la compra de los productos sino también para encarar construcción o una reforma. No son grandes sumas porque están acotadas a los ingresos. Pero sí es cierto –aunque en lo cooperativo tenemos esa precaución de que los trabajadores no debieran endeudarse en un país que es especulativo, dañosos- que se puede acceder a créditos sumamente económicos.

Después, dentro de Empleados de Comercio, si no somos la única… no sé. La Cooperativa amplió la licencia por paternidad, entendiendo que es una demanda de los trabajadores y que nadie la está atendiendo. Mientras el convenio tiene previsto que la licencia por paternidad es de sólo dos días para los trámites, en la Obrera es de siete días. Y en la medida en que podamos seguiremos creciendo en cantidad de días, pero ya hemos marcado así una diferencia.

En otras cosas, por ejemplo, la Cooperativa celebra los veinticinco años de antigüedad del personal, los treinta, los cuarenta. La cantidad de gente que se jubila en la Cooperativa y que después quedan agrupadas en una organización autónoma de exempleados de la Cooperativa que después se reúnen tres veces al año en las asociaciones de empleados de comercio y tienen actividades solidarias.

Y el otro tema, tal vez el más importante de todos, es que nosotros estamos en una actividad que no es que sea ingrata pero no es de las mejores actividades. Estar sentado en una caja no es una actividad sencilla ni fácil y menos en los tiempos que corren. O reponer. Pero en la Cooperativa todos los años tenemos indicadores que miden que estamos arriba del noventa por ciento de cobertura de puestos de responsabilidad con personal propio. Eso significa que si se necesita una supervisora de caja, sale de las propias cajeras. Se necesita un encargado de depósito, sale de los propios repositores. Se necesita un encargado de sucursal, sale de ese grupo. A punto tal que nuestro gerente regional de toda la zona del Valle hace solo veinte años atrás era el verdulero de la sucursal de calle Paraguay. El supervisor de zona del alto Valle de Río Negro es un chico que se incorporó a la Cooperativa cuando abrimos la sucursal de Guatraché en la Pampa.

Tampoco creemos en eso del sueño americano, ni mucho menos. Lo que sí creemos es que, trabajando con responsabilidad, la organización tiene dos obligaciones para con la gente: brindarle todas las posibilidades de capacitarse y, una vez que lo está, brindarle todas las posibilidades de ejercer el cargo.

En mi caso personal, soy maestro de escuela y entré a la Cooperativa en el área de Educación y Cultura. Éramos tres personas. Pasaron los años, pasé por distintos lugares, toda mi capacitación fue en la Cooperativa Obrera, no tengo familiares en la Cooperativa, no era de Bahía Blanca y soy el Gerente General de la Obrera. Soy una muestra viviente de que es una organización que da esas oportunidades.

Entonces, dos cosas: en la medida de lo posible, estar por encima de la media en cuanto a los beneficios a los trabajadores y, en segundo lugar, que esos trabajadores tengan la posibilidad de crecer dentro de la organización.

Hacías referencia a la gerencia de Educación y Cultura de la Cooperativa que tiene un enorme trabajo institucional, territorial. Claramente –aunque la cultura no ocupe la centralidad de los medios de comunicación comerciales- es una diferencia de cómo se vincula con la comunidad toda a través de diversas iniciativas, más allá de espectáculos. ¿Cómo se vincula este sector de la economía con los sectores culturales?

Luego del acto institucional, todo asociado pude ver, vía streaming un espectáculo conducido por Julián Weich, Radagast y Abel Pintos. Es extraordinaria la reflexión cultural que hace Abel Pintos sobre la actividad cultural de la Cooperativa y qué ha significado en su vida pasar por el Coro de Niños de la Cooperativa Obrera, cómo lo ayudó a encontrar un camino que hoy es su vida.

Ese reconocimiento de Abel es una síntesis de algo que podrían decir miles de chicos que pasaron por el coro y que los regocijó compartir, ganarse amigos, realizando una actividad cultural que alimenta el alma, que alimenta el espíritu.

En la Cooperativa es un eterno aprendizaje. En Cultura arrancamos con actividades como la proyección de cine gratuita, gimnasia y algunos cursos de manualidades. Yo veo con mucha satisfacción cómo los chicos que están a cargo del área de Cultura hoy han ido creciendo enormemente y hay un entendimiento de la cultura mucho más abarcativo y contemporáneo.

Y todavía hay mucho más para hacer, porque todavía tenemos la administración cultural de metrópolis; como Roma era para su dominio o como fue París para el mundo. De Bahía Blanca irradiamos cultura y aparecemos en las poblaciones vecinas con nuestra propuesta cultural. Lo que hay que hacer desde Bahía Blanca es incentivar y promover las expresiones culturales de cada lugar.

¿Qué puede hacer la Cooperativa de extraordinario? Mi sueño sería que Bahía Blanca, que la ciudad de Neuquén, Mar del Plata, podamos hacer eventos trayendo la cultura de los pueblos hacia la ciudad y hacer un intercambio con los artistas locales. Esa cultura que uno lleva es un camino de ida y vuelta, es una autopista que lleva y trae.

Estamos en ese camino, todo lo que es cultural lleva tiempo. Creo que en dos, tres o cuatro años podemos hacer cosas hermosas entre la Cooperativa y las organizaciones culturales –que las hay muy buenas-. Y en aquellos casos donde las autoridades municipales comprendan la importancia de eso, hacerlo también con los gobiernos, y poder hacer una movida cultural que sea de mucho intercambio porque va a ser absolutamente enriquecedor ese ida y vuelta entre Bahía Blanca y su región, entre Neuquén y su región.

Por último, quiero decirle a los asociados que no dejen de estar cerca de la Cooperativa y de aprovechar todas esas otras alternativas. De sugerir, de pedir, de gestionar, muchas cosas que van más allá de los productos y de los precios. Felices cien años a todos y que sea por muchos años más y más sucursales que generan más empleo.

La licenciada en psicología Adriana Taboada, integrante del Centro de Investigación sobre el Genocidio de la Universidad de Tres de Febrero, que dirige Daniel Feierstein, analizó en FM De la Calle las diferentes respuestas sociales frente a la pandemia. Sostiene que es necesario construir políticas flexibles que se basen en las necesidades de cada etapa, difundir mensajes claros que no relativicen la situación sanitaria y comprender que el virus impacta en el cuerpo pero la enfermedad es social.

Estamos inmersos en una situación planetaria. Nuestro mundo, todo el mundo está atravesado por una situación, por un problema que trae aparejado un vivir bajo estado de amenaza, sufrimiento, pérdidas –no solamente tiene que ver con las muertes, sino en un sentido general, de trabajo, de afectos, de proyecto-, hay niveles de frustración enormes y además todo esto se extiende en el tiempo. No es una situación puntual, intensa, pero que pasa. Llevamos meses y no sabemos cuánto tiempo más vamos a tener que estar viviendo de esta manera.

No todo el mundo puede enfrentar una situación como esta con las conductas más adaptadas, que son las que permitirían poder cuidar y cuidar a otros. Se ponen en juego mecanismos sicológicos que son inconscientes pero el resultado es este, atravesado por la negación, va de un abanico de conductas que pueden resultar locas -como ir y quemar un barbijo- a otras que uno llamaría, como sicólogo, conductas maníacas -como no pasa nada y se abrazan, y agarran la cerveza y toman todos del mismo pico-.

Hay un mecanismo del que niega “este virus no existe y es una cosa conspirativa” a otro mecanismo que es un sí pero no: “existe, pero a mí no me va a pasar”. Ahí entra a jugar un pensamiento mágico. ¿Por qué no me va a pasar a mí? No se sabría. Los seres humanos funcionamos de esa manera pero aquí se masifica una conducta como esa y el resultado es que no se puede cumplir con absolutamente las únicas medidas que se pueden poner en juego para protegernos del virus. No existe otra, no es que a alguien se le ocurrió que esto caprichosamente. En ninguna parte del mundo es posible cuidarse del virus salvo que uno mantenga la distancia, use tapaboca y mantenga la higiene de sus manos. Hasta tanto no haya vacuna que sería una barrera material no existe otra manera que estas.

El tapaboca, la gente cree, en general, que está protegida y en realidad protege al prójimo: no me protege a mí. Yo estoy protegida por el tapaboca del otro. Aquí hay una matriz de la relación con el otro que tiene que ver con la solidaridad, con la colaboración con la cooperación. Cómo yo tengo la posibilidad de cuidar que otro no se contagie. ¿Cómo? Con el tapaboca. “No es salgo sin el tapaboca porque de última si me enfermo, me enfermo yo”. No, no es así. Salir sin tapaboca es exponer al prójimo. Y esa información no logra ingresar.

Respecto de la información. Hay actitudes irresponsable, sí. Pero también hay muchas actitudes no solo responsables sino solidarias. Los y las profesionales de la salud haciendo horas con salarios que no representan su esfuerzo. Comederos que llevan a delante sus actividades con medidas de cuidado. Gestos simbólicos, artistas. Una enorme parte dela comunidad que sí cumple con las medidas de distanciamiento. ¿Dónde debería centrarse el mensaje para que influya positivamente desde el punto de vista de la sicología social? ¿En aquellos mensajes censurables (y evidenciar su carácter reprochable) o centrarse en aquella agenda positiva que refleje todo ese universo que está pensando en el prójimo?

No tengo la respuesta y no hay nadie que la tenga. Es una respuesta a construir porque estamos ante una situación nueva y desconocida, compleja. Uno va ensayando y a veces las respuestas son correctas -por lo menos por un tiempo- y luego hay que ajustarlas. Y hay respuestas que no sirven.

Efectivamente hay comunicadores, políticos y personas interesadas que no trabajan para la vida.

Lo otro que diría es que el mensaje debería ser diferenciado. Yo tengo que pensar en a quién me dirijo para tratar de construir ese mensaje. El problema hoy no son los adultos mayores. Entonces, al adulto mayor yo le tengo que hablar como a cualquier ciudadano pero ese no es el problema que yo tengo hoy en términos sanitarios porque el adulto mayor está cumpliendo. Entonces, quienes no están cumpliendo, de lo que uno ve, es la gente más joven.

Hay que ver también cuáles son los comportamientos en función de las clases sociales. Hay que adaptar el mensaje a quién se lo dirijo.

En cuanto al tema de la solidaridad, hay cantidad de cosas que han podido funcionar en estos seis meses porque hay mucha gente que ha puesto el cuerpo, cuidándose. Los comedores siguen funcionando, la gente sigue alimentándose, cuidándose porque todo ese trabajo social y militante se sostiene. Los profesionales de la salud están pidiendo a gritos el cambio de conducta pero la tarea la cumplen y a veces el riesgo que corren es enorme.

Sí es bueno poder mostrar todo esto pero también creo que hay que poder mostrar -y que no se muestra claramente- la gravedad del problema en que estamos metidos. Porque cuando uno escucha este mensaje: “hay un nivel de contagio alto, amesetado. Se amesetó. Es alto pero se está manteniendo estable”. Lo que la gente escucha no es que el número es alto, lo que la gente escucha es que está controlado. ¿Está mintiendo? No, no está mintiendo. Pero hay algo ahí que está faltando o no está dicho correctamente porque la gente en el marco de la angustia y la negación escucha que hay algo que está controlado.

En Bahía Blanca contrastaron, hasta el regreso a fase 3, ese mensaje claro desde las asociación de profesionales que decía “estamos al límite de la capacidad de internación” y el mensaje del gobierno municipal que decía “está al límite pero está controlado”. Eso da una sensación de no estamos tan mal…

El mensaje es: está controlado. Y no es cierto, no está controlado nada porque tenemos trescientos muertos diarios. ¿Cómo va a estar controlado? Hay que mirar los muertos. Hay un montón de personas que se han recuperado y eso es muy bueno. Pero tenemos trescientos muertos diarios y quién sabe a quién le toca. ¿Quién dice quién va a morir? Si es grande, es cierto, se ha mostrado que hay una situación que facilita la complicación de la enfermedad, pero no solamente eso. La gente cree ahí, nuevamente la negación, como bien lo definió Bolsonaro, la “gripezinha”…

O aquello de que “hay mucha más gente que muere por gripe”…

Todo eso que en un punto es falso. No es que es falso que puede morir mucha gente por gripe. Pero la gripe es una enfermedad conocida. Si requiere terapia intensiva, demanda mucho menos al sistema de lo que demanda esta patología donde se necesita mucha gente para atender a alguien por largos períodos de tiempo. Hay características propias. Es esto que están diciendo los médicos que preferirían una terapia intensiva llena de otros enfermos que de esto. Por el nivel de exigencia. Hay que cuidarlos, hay que estar, no puede ser cualquiera, si ellos no están no puede ir alguien a reemplazarlo.

Y tienen que cumplir un estricto protocolo, además…

Además, con todo el miedo. Y van a su casa. Hace unos pocos días aquí en Buenos Aires falleció una docente. El marido es médico en terapia intensiva y la que falleció fue ella. La enfarmedad circula, el virus hoy está dando vueltas por la patria. Está de paseo por todos lados.

Uno asocia negación con los bares llenos de pibes, la cerveza. Pero hay situaciones de negación mucho más acotadas que no parecerían negación, que tienen que ver con los pequeños encuentros. Uno dice: “bueno somos cuatro, cinco, siete, nos mantenemos a distancia, usamos tapaboca”. Lo que ahí no estamos viendo es que los seres humanos somos gregarios y estamos viviendo hace meses solos, aunque podamos vivir con una familia o con una pareja. Estamos hablando de otra cosa, esta posibilidad de encuentro con otro distinto. Cuando nos pasa esta posibilidad de encuentro tan deseado uno se pone contento. Cuando uno está feliz hace chistes, se ríe, aparece la carcajada, eleva la voz, se empieza a exaltar. Eso es algo natural y espontáneo no es que uno se prepara por estar así. Es una conducta que se nos despierta junto con los otros. Y en ese intercambio espontáneo lo que se va a producir posiblemente en algún momento también tenga que ver con la exposición al virus a través de la saliva porque te bajaste el tapaboca, hiciste un chiste, te reíste, la carcajada. Ahí empieza a circular el virus. Entonces, no hace falta irse al bar. Hay situaciones donde cualquiera de nosotros, en las que yo supongo nos estamos cuidando, podríamos de cualquier manera llegar a una situación de exposición.

Claro y cada encuentro se multiplica por cientos de miles…

Y como estoy contento me acerco porque nosotros necesitamos eso. “¿Y qué nos va a pasar?” Y ahí viene el sí pero no. “Somos poquitos, el tapaboca, la distancia”. Bueno, los encuentros con los afectos no funcionan así.

Se habla mucho de salud, tanto en medios como en mensajes de gobierno, pero no tanto de salud mental. ¿Cuánto se ha hecho y qué se podría hacer, desde el punto de vista de las políticas públicas, para no sólo centrar el mensaje en lo que es el cuidado de salud física sino también al acompañamiento en lo referido a la salud mental de la población?

Para mí hay un gran déficit. Yo llego a esta entrevista a partir de cierto movimiento que se generó por una publicación de Daniel Feierstein con quien trabajo en el Centro de Estudios sobre el Genocidio de UNTREF. Cosas que decimos desde las ciencias sociales pero que hasta aquí no se pudo escuchar que es que el virus es un tema médico –biológico- pero no la enfermedad. Porque el virus impacta en un cuerpo y el cuerpo no es solamente un cuerpo biológico. El virus es uno pero la gente no se enferma igual.

El virus es uno pero acá parece que el problema está en el tipo de conducta social que desarrollamos. Entonces, no es sólo un tema médico. Cuando prendes la televisión o la radio no escuchás a alguien que no sea médico. Sé que ahora entre el grupo de asesores del presidente y en algunas jurisdicciones empiezan a haber otras profesiones. Gente que viene de las ciencias duras porque aquí hay que hacer proyecciones. Están los cientistas sociales, los sicólogos. Ha costado.

Efectivamente, por un lado, hay un tema hoy que es la necesidad de estas otras disciplinas para pensar cómo lograr ser más efectivos en esa prevención que hoy está fracasando en algo. Es parte de eso que fracasa y es tratar de mejorar la respuesta para eso. Pero hay otro tema que es, para poder darle pelea al virus además tenemos que vivir en determinadas condiciones que hacen al aislamiento. Entonces, de eso también hay que ocuparse. No solamente porque lleva a negaciones, por ejemplo, sino por lo que venga después también. Entonces es muy importante poder desarrollar alternativas, propuestas, miradas mucho más integradoras que es un déficit. Porque no solamente el mensaje debería ser diferencial sino ir identificando cuál sería la propuesta para cada momento. En abril estábamos de una determinada manera y ahora en setiembre emocionalmente estamos de otra. Porque llevamos muchos meses así y vamos a tener que estar muchos más. Yo no sé cómo vamos a estar en noviembre o en diciembre.

Las respuestas de abril pudieron ser unas. Las que tendríamos que tener ahora tal vez son distintas. Y tal vez para diciembre deberíamos pensar alguna otra cosa también. Esto es muy complejo y no hay una respuesta o dos respuestas. Hay que estar con mucha flexibilidad y todo el tiempo observando si lo que pasa hoy es lo que estaba pasando el mes pasado.

Cuando lleguen las fiestas y el verano ¿te imaginás? A mí hoy me parece un delirio esto de ir de vacaciones. Uno ve las playas en el mundo y decís: es una locura. Es como si estuvieran viviendo un tiempo normal, que no lo es. Ahí está Europa de nuevo con serios problemas.

Creo que hay que pensar que el tema es complejo, que no hay una sola respuesta, que si se encuentra alguna es ahora y habrá que ver después si sigue sirviendo y seguir pensando junto con otros.

(Por Astor Vitali) Dicen desde oriente que la mente debe ser como el agua y adaptarse a los cursos de la montaña para vencer los obstáculos. A uno se le ocurre que la cultura, tal vez, sea como el aire. De esta forma introdujimos la conversación con el artista y docente Juan Falú, quien transmitió a FM De la Calle los conceptos que guiarán su gestión en la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina, cargo público en el que transitará los próximos años.

Cuando pusiste la zamba, Como el aire, y dijiste que el tema de la cultura también sea como el aire, yo asocié con algunas experiencias que yo tuve como músico en otros lugares del mundo. He tocado una zamba, pero también tocando una milonga o una vidala, en definitiva música de raíz de nuestra tierra, recordé que en algunos momentos se dieron situaciones de una comunicación y de una devolución del público que para mí fueron las experiencias más gratas de esos viajes, que fueron muchos. Consistía en que alguien del público se arrime y me diga: usted me hizo conocer su tierra, su país. Eso tienen un valor impresionante porque uno no está mostrando el país desde el estereotipo o desde la expectativa que se tiene de un determinado país sino sobre lo que no está visibilizado. Y si eso puede emocionar y eso puede ser una carta de presentación de las múltiples expresiones culturales de un país, bienvenida sea.   

Lo que estoy contando es como una metáfora que me guía a mí como un norte en cualquier accionar, sea ocupando un cargo o tocando. Esta es mi carta de presentación.

Es un país con diversidad cultural, ritmos, matices que el mercado en general ya no registra. ¿Eso implica una complejidad?

Sí, hay pertenencias que no las registra el mercado pero están registradas en el colectivo de nuestros pueblos. Están ahí, son marcas muy fuertes, son huellas de la memoria y están vivas esas pertenencias. Desde el estado hay que hacer todos los esfuerzos para que, si el mercado no lo pone visible y en valor, lo va a tener que hacer el estado.

En otras épocas había una industria discográfica que editaba y exportaba determinada cantidad de producciones de raíz folclórica y hoy no. Recuperar ese rol del estado resulta fundamental, sobre todo en un continente donde hubo progresismos que no siempre repararon en la cuestión cultural como una cuestión de primer orden.

Yo la comparto porque nosotros tenemos una marca extraña cultural. Lo que se refiere a la tradición fue apropiado por la derecha y el conservadurismo. Y el progresismo se encargó de la modernidad pero se olvidó de la tradición. Ahí hay un tema muy serio sobre el cual es necesario debatir y reflexionar porque para mí no se puede aspirar a transformaciones sociales y objetivo libertarios ignorando los orígenes de la cultura, de los territorios, de los tiempos, de los pueblos. Es algo muy inimaginable para mí. Pero también sé que apegarse a la tradición de un modo conservador, defendiendo el estatus quo de la tradición, que no se mueva, eso tampoco es un camino transformador, menos aún.

Entonces ese es un dilema de la cultura nacional. El progresismo yo creo que adolece de una cierta ignorancia y el tradicionalismo se ha apropiado de las pertenencias, las usa como símbolo, las defiende, pero al defender eso defiende lo viejo y se opone a todo lo nuevo. Así que es un tema muy serio de la cultura nuestra. Hay que pararse en un lugar donde se puedan establecer términos de unidades, síntesis, a partir de valores que sean indiscutibles.

Yo me imagino en esta gestión, si una va defender un federalismo o visibilizar las culturas provincianas –no como un eslogan, porque yo eso lo defiendo en serio y además incluyo a la provincia de Buenos Aires y a la ciudad de Buenos Aires con un fuerte protagonismo en la cultura nacional, por supuesto-, va a tener que hacerlo desde la excelencia. Y hay mucho ejemplos que uno puede dar y no sólo de la música porque mi obligación va a ser velar por todas las manifestaciones. Yo te puedo mencionar escritores admirados en el mundo y que acá no son conocidos como Daniel Moyano. Para citar un ejemplo, hay mucho más. Ni hablar de los poetas que están por todos los rincones de la patria, de los pintores, del teatro.

Yo me acuerdo de la gloria que tenía el teatro de Tucumán, con unas figuras tan extraordinarias. La plástica que yo vi en mi provincia con maestros como Spilimbergo, Alonso, Timoteo Navarro enseñando allí, formando.

Es un país de una diversidad cultural que hay que aprovecharla. Me parece que la diversidad entre las regiones nuestras tienen, al mismo tiempo, una semejanza con culturas de países vecinos. El nordeste forma parte de una unidad cultural con Brasil y Paraguay, parte de Uruguay. Ni hablar de nuestro noroeste con todas las culturas andinas. Me parece que más allá de lo que uno pueda hacer, esas cuestiones son cuestiones muy serias, muy importantes, que tienen que estar en la agenda no solo de una dirección de cultural de una cancillería sino de la clase política.

¿Tomaste contacto con tu antecesor, Sergio Baur? ¿Qué balance hacés?

Muy positivo, muy amable. Con una disposición absolutamente solidaria para recibirme y yo tengo que retribuir en ese sentido diciendo que hay profesionales en serio en esa área con una vocación por valorizar y defender la cultura nacional. Yo espero apoyarme en esas capacidades y al mismo tiempo ir sugiriendo algunas líneas que tienen que ver con lo que estamos conversando.

En general estos cargos los ocupan quienes hacen la carrera diplomática. En tu caso se trata de alguien que viene de la práctica cultural

Las expectativas no son que, como tituló un medio, venga un ´folclorista´ –yo a esto me lo imagino con comillas- a ocupar un área que pareciera que requiere de un glamur especial. Es como si hubiese un estatus en las manifestaciones artísticas. ¿Qué viene a hacer un folclorista donde se espera un cineasta, un plástico, un especialista en arte que se consideran más aptas para hacer vitrina de un país ante el mundo? Cuando uno elige qué pone en la vitrina también está dirimiendo ahí cómo lo vive al país, cómo le duele, cómo lo siente, cómo lo conoce. Yo estoy ahí para llevar mis vivencias, mis pensamientos y no voy a generar tensiones con lo que se hizo sino que voy con una idea de sumar a lo que se viene haciendo. Una mirada de poner en valor todo lo que se pueda poner de un país tan rico culturalmente.

No estás desligado de la militancia política ni de la gestión con eventos como Guitarras del mundo, la carrera docente, el trabajo en el Fondo Municipal de las Artes.

Ya lo vengo pregonando y haciendo. En ese sentido me siento absolutamente jugado en determinados roles. Lo más parecido a lo que voy a encarar ahora ha sido en todo caso integrar el directorio del Fondo Nacional de las Artes, que lo hice durante once años. Yo renuncié cuando ganó el macrismo las elecciones, a pesar de que me habían propuesto que continúe. Decidí renunciar, no es necesario explicar por qué.

Fueron once años en una institución de cultura que se parece bastante solo que esta otra muestra al afuera lo que hay adentro y el fondo muestra hacia adentro lo que hay adentro. Pero hay una dirección común que es fomentar, poner en valor, visibilizar, dar oportunidades, igual en derechos a las ayudas del estado a toda la población que está trabajando en el campo de la cultura. Espero poder coordinar con el fondo algunas cosas.

Ya estoy pensando en algunas propuestas que las tengo que conversar con el ministro de Cultura. Yo sé que vamos a tener un buen diálogo, no me cabe la menor duda de eso. Pero también sería bueno abrir esos diálogos a los organismos de cultura de las provincias y de los municipios para ver si podemos encolumnarnos a través de algunos ejes temáticos de tal manera que las políticas sean más certeras y tengan mejores resultados.

Con los municipios también…

Sí, yo creo que hay que hacerlo. Por lo menos trasladar las inquietudes y las propuestas. Yo tengo mucho respeto por los organismos de cultura que se debaten generalmente en tremendas limitaciones presupuestarias y están a cargo de personas muy comprometidas del quehacer cultural. Terminan siendo militantes en cargos públicos y haciendo muchas cosas importantes.

Me parece que hay que, en medio de la crisis o de las limitaciones económicas, lo mínimo que habría que hacer es establecer esas comunicaciones.

Foto de portada: Telam

En diciembre de 2013, con su título de médico en mano, Matías Murano, partió desde el barrio Avellaneda en un viaje por Latinoamérica. Su objetivo, contactar colegas que trabajasen en lugares alejados de las grandes urbes y conocer las culturas originarias.

En el camino registró sus experiencias y aprendizajes en una bitácora inspirada en los diarios del Che. Hoy, esos textos pueden leerse en su libro “Notas Migrantes”.

Matías conoció a la dra. Mariana Mampaey en Misiones y aceptó su invitación para trabajar con comunidades guaraníes en la zona de San Pedro, cerca de Brasil.

“Esa búsqueda encontró un lugar donde me di cuenta de otras formas de ver la vida, de comprender la medicina. A partir de esa experiencia decidí formarme más en la utilización de plantas medicinales y elementos de la colmena. Me fui a Cuba a hacer unos posgrados de medicina tradicional China, acupuntura y ese tipo de tratamientos, y el uso de plantas medicinales dentro del sistema de salud”, contó Matías a FM De la Calle.

En Cuba, producto del bloqueo y la caída del bloque soviético, “se quedaron sin insumos ni recursos médicos y fueron formándose en la utilización de plantas medicinales y medicina china”.

Allí permaneció tres meses y luego migró a México, donde le propusieron trabajar como voluntario “en comunidades donde hacía años no llegaba un médico de universidad”.

“Esa primera experiencia me permitió acercarme a sus medicinas y eso se convirtió en una forma de vida durante un tiempo. Decidí regresar a Argentina, pero por tierra, en un viaje de más de un año de duración, fueron 12 países, trabajando de esta forma, con un intercambio como médico voluntario”.

En el camino conoció los territorios que dan nombre a cada capítulo del libro. Indagó en la utilización de plantas enteógenas: son especies que “trabajan en el sistema nervioso central, son psicoactivas, producen una distorsión de la realidad, no la trasforman sino que nos la hacen ver distinta. El acercamiento a este tipo de plantas es una forma de emprender un camino hacia el interior de uno mismo”.

“Por ejemplo, la utilización de la ayahuasca en Colombia, cerca de la selva amazónica, te lleva a una introspección donde uno empieza a cuestionarse muchas de sus seguridades, pensarse cómo vive y, en mi caso, cómo ejercer la medicina”, agregó.

Matías destacó que “están emparentadas con otras formas de sanar, no únicamente desde lo biológico como muchas veces hace la medicina occidental y hospitalaria”.

En términos de interculturalidad, teniendo en cuenta la plurinacionalidad existente en nuestro territorio, opinó que es necesario compatibilizar la medicina tradicional con la ancestral.

“Es un objetivo y una lucha que hay que dar. No es únicamente la cultura blanca, cristiana y europea, que llegó a América y se impuso durante tantos años, la que está dominando en el mundo. Hay otras formas de vivir que muchas veces están representadas por los pueblos originarios. La lucha es política y los intereses son muy fuertes”.

En cuanto a las patologías que atendió en los pueblos y ciudades que visitó, Matías comentó que “en Misiones y en varias comunidades indígenas de América, más alejadas del consumo de alimentos industrializados, observaba que no había personas con diabetes, con obesidad, hipertensión, enfermedades del siglo XXI, que están emparentadas con la alimentación a las que estamos sometidos”.

“Desde la medicina se piensa que hay que decirle al paciente que salga a correr tres veces por semana, cosa que está bien, pero también hay que actuar a nivel global y con políticas alimenticias donde no tengamos únicamente la opción de comer este tipo de alimentos”, afirmó.

En la actualidad, el médico bahiense pasa sus días en Carolina del Norte (EE.UU.) junto a su pareja, María, a quien conoció en el viaje. Allí espera que le otorguen una visa de trabajo.

Para adquirir “Notas Migrantes” podés enviar un correo a [email protected] o comunicarte al 291 4261314

Las protestas por el asesinato de George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis continúan en decenas de ciudades de los Estados Unidos y enfrentan la amenaza de Donal Trump de desplegar a las fuerzas armadas para intensificar la represión. El rechazo al racismo se conjuga con la crisis sanitaria y económica que impacta con mayor fuerza entre afroamericanos e hispanos.

La escritora bahiense y activista por los derechos humanos, Alicia Partnoy, dialogó con FM De la Calle desde la ciudad de Los Ángeles, donde se desempeña como profesora de Lenguas Modernas en la Loyola Marymount University.

Participó del encuentro durante la emisión de En Eso Estamos, Jenae Lien, actriz y fotógrafa de la revista “These streets”. Lien interpretó el papel de la propia Alicia en una adaptación teatral realizada en Nepal de su libro “La Escuelita”, testimonio de su cautiverio en el centro clandestino de detención, torturas y exterminio que funcionó en nuestra ciudad durante el terrorismo de Estado.

“Yo estoy en casa porque tengo 65 años pero siguiendo de cerca con gran preocupación y, al mismo tiempo, con mucha emoción por lo que se está movilizando la juventud aquí.

-Las manifestaciones no solo se dan tras el asesinato de George Floyd sino también como consecuencia de la crisis desatada por el coronavirus en un país que ocupa el primer lugar del mundo en cuanto a cantidad de contagios y víctimas fatales.

A: No es casual. El sistema de salud de los Estados Unidos es un gran negocio y la gente de bajos recursos, la gente que está en las calles ahora, son en gran parte las minorías que han sido afectadas por la crisis que se ha agudizado por la situación del coronavirus, se han perdido muchísimos empleos.

Si bien se mandó un cheque que parece gran cantidad de dinero en términos argentinos, es un pequeño paliativo que no alcanza a cubrir las necesidades. Es la última chispa que encendió, es una larga historia de discriminación, de asesinatos a manos de la policía de jóvenes afroamericanos.

Las manifestaciones, en general, han sido pacíficas. Aquí se las quiere pintar como violentas. Ha habido saqueos pero la prensa, los grandes canales de televisión, la prensa comercial tradicional, si tenés estómago vas a ver que lo pintan como los subversivos que vienen a destruir todo, estos anarquistas que vienen a destruir todo.

J: Era una demostración pacífica, la cosa más frustrante es que el alcalde estuvo implementando toques de queda y el domingo estuvo incrementándolo. Nos llegaban mensajes que primero es a las ocho, después a las seis, ayer lo teníamos a las cuatro de la tarde. 

A: Esto es ostensiblemente para ilegalizar las manifestaciones y protestas pacíficas.

J: Estuve ahí, los reclamos eran pacíficos, estuvimos tratando de parar a las personas que querían tirarle cosas a la policía. Cuando llegué éramos como unos cien y después, cuando se juntó otro grupo de gente que venía a manifestarse, la policía se volvió violenta.

A: Estaba muy militarizada la policía. Este es un problema muy serio aquí. Ustedes saben que Estados Unidos vende y regala armamentos a todo el mundo, que el complejo industrial armamentístico se está alimentando de conflictos armados mundiales que ellos generan para poder enriquecerse. En este caso, la policía tiene gran parte del armamento que no les sirve en otros lados, se los regalan. Entonces, esta policía está altamente militarizada, altamente impunizada y es un peligro y lo han demostrado con los miles de asesinatos de gente inocente como el de Floyd.

-Donal Trump calificó como tibios a los gobernadores que no reprimían las protestas. ¿Cuál es la postura del gobernador de Los Ángeles? ¿Esta descripción que ustedes hacen corresponde a la de uno de esos “tibios”?

A: En teoría sería uno de los tibios. Es un gobernador muy progresista, que ha apoyado a los inmigrantes que están indocumentados, les ha dado servicios, ha implementado cosas muy progresistas. El alcalde de esta ciudad también supuestamente es alguien tibio según (el presidente). Aunque Trump amenaza que va a enviar las fuerzas militares a los estados que no cumplan con la represión, constitucionalmente todavía se está viviendo en una democracia. Es decir, se está usando un lenguaje dictatorial pero no creemos que los militares se plieguen a ese tipo de llamado, el sistema tiene otras formas de manipular y de reprimir.

Por ejemplo, (el alcalde Eric) Garcetti cerró los centros de test de coronavirus. Es un castigo y es mostrar un cuco, dijo que era porque tenemos miedo que haya violencia, es para proteger a la población. La violencia en este momento es la pandemia también, porque la gente va a las manifestaciones, es consciente de que se está arriesgando por estar con otra gente manifestando y necesita los test. Yo tengo una persona muy querida que testeó positivo y ahora no puede ir a hacérselo para saber si puede volver al trabajo.

– ¿Cómo ven las manifestaciones en cuanto al reclamo contra el racismo?

A: Hoy supuestamente yo no tendría que estar hablando con ustedes porque es Black Out Tuesday. Quiere decir que nos callamos en los medios, es en medios como instagram, ponemos una foto en negro para amplificar las voces de la gente afrolatina, afroamericana.

Aquí hay una variedad de respuestas, diversidad. Vas a encontrar gente afroamericana que dice acá no podemos estar usando ningún tipo de violencia y hay grandes sectores también que dicen ‘no nos digan a nosotros cómo demostrar, la violencia se ha ejercido sobre nosotros’. Esas cosas me recuerdan mucho a la lucha nuestra, de la Argentina, esto de que la violencia del pueblo no es violencia, es justicia. Cuando hay impunidad hay sectores, que no son necesariamente anarquistas, pero apoyan cuestiones violentas y hay grandes sectores que dicen ‘nos estamos arriesgando’. Cuando todo pueblo es reprimido hay una variedad de respuestas.

J: Quiero agradecerte por tomarte el tiempo para hablar de estas cosas porque venís de una experiencia de mucha lucha y tu voz es muy importante no solo para tener esperanzas sino para tener una mayor imagen…

Alicia y Jenae tras la entrevista con FM De la Calle.

A: Quiero mandar un abrazo gigante a mi gente en Bahía Blanca porque está preocupada por mí. Les mando un gran cariño, estoy bien, hay cosas que de pronto decimos ‘este es el lenguaje que se usaba en la dictadura’. En Atlanta, que hubo mucha resistencia, la alcaldesa dijo ‘acá viene gente de afuera a provocar’. Oh, es la misma cosa. Pero siempre hay que poner en contexto las cuestiones, no es exactamente lo que se vivió en ningún otro país.

– Están en medio de un proceso electoral, ¿hay alguna alternativa que surja de todo esto?

A: Yo creo que el problema es que se destruyó la alternativa de estos sectores marginalizados, empobrecidos, de la población y la juventud. Su expectativa se destruyó cuando el Partido Demócrata destruyó la candidatura de Bernie Sanders. De maneras ilegales, no podían tolerar que fuera elegido.

(Joe) Biden es un problema muy serio, no sé dónde está ahora, no se lo escucha decir mucho contra la represión pero tiene una historia bastante problemática y es el status quo. Obama de algún modo también, estuvo ocho años en el gobierno. Lo que te demuestra… nosotros tenemos experiencia con Isabelita que fue presidenta y mujer y no quiere decir que respondiera a nuestros intereses. Tenemos un afroamericano que estuvo y algún cambiecito pudo hacer, pero todo este problema policial que viene de antes de esa época, el de la intervención, del complejo carcelario, esos problemas no los intentó solucionar Obama y menos va a intentar Biden. Por mi parte no puedo votar por Biden.

J: No sé qué hacer, cuando empezás a hablar de esto te das cuenta de lo jodido que está el sistema. Esta democracia de dos partidos políticos no es una democracia.

– ¿Cómo fue interpretar a Alicia en La Escuelita?

J: Gracias por preguntar, todavía me faltan palabras para expresar lo que fue esa experiencia.  A través de ello pude entender más del mundo que conocía y que estamos viviendo en Estados Unidos pero hay problemas en todo el mundo, no podía creer lo que Alicia tuvo que atravesar. No podía creerlo. Que haya podido volver de eso, construir una familia en Estados Unidos, tener una hija con la que somos mejores amigas y ser una persona tan amorosa y dedicarse a la docencia. Eso me muestra que es tan fuerte que no importa lo que hayan hecho, no cambiaron quien era.

Fue una experiencia realmente maravillosa y aprendí mucho, no importa lo que tengas que atravesar, tenés la opción como ser humano de dar un paso más y eso me da mucha esperanza.

(Por Nacho Urruspuru) A más de dos años y medio de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, conversamos con Sergio, su hermano mayor. Desde su cuarentena en Bariloche brindó precisiones sobre la causa judicial y compartió parte de las experiencias acumuladas durante este tiempo en el cual su vida cambió de manera definitiva.

El Vikingo, así lo llaman quienes lo conocen, nos avisa que ya tiene preparado el mate y, por ende, está listo para empezar a contarnos quién era Santiago. Ese joven de 28 años que un primero de agosto en el Pu Lof en Resistencia de Cushamen, cercado por el río Chubut de un lado y por un operativo plagado de gendarmes desde el otro, “mágicamente” desapareció.

A partir de todo esto empecé a conocer otros aspectos de Santiago, porque había un montón de cosas de las cuales yo no estaba al tanto. Así me enteré del caso en que ayudó a construir una casa con adobe. En todos los lugares en los que él paraba estaba vinculado con la tierra. Es más, hace poco en una pizzería de acá de Bariloche empezó a trabajar un mozo que cuando me reconoció se acercó para contarme que había conocido a Santiago en Mendoza haciendo un curso sobre hierbas naturales. Pero más que un amante, él era un defensor de la naturaleza. De hecho, en el lugar donde lo desaparacen estaba acompañando un reclamo por tierras. Él tenía la convicción de que a cada persona al nacer se le debía adjudicar una porción de tierra. Son todas cosas que se van sumando sobre ese Santiago que yo no conocí y un poco me perdí por la diferencia de edad y esta cuestión de estar en distintos lugares.

Para muchos, Santiago fue una figura que los alentó a comenzar una carrera, a militar, o incluso a ir a una marcha por primera vez en sus vidas; para otros era sólo un artesano, un tatuador, un simple hippie sucio, un vago. El año pasado comenzaron a difundir algunas canciones que él había hecho donde puteaba a todos: a Cristina, a Néstor, a Macri y al Papa; eso lo hizo la derecha porque en ese momento le servía. Los mismos que decían que era un hippie sucio, reflotaron sus canciones y ahora lo trataban de artista. Recuerdo que en ese momento Lorena (compañera de Abuelas de Plaza de Mayo) me dijo “pero si Santiago era anarquista, ¿qué pretenden, que cante la marcha peronista?”. Él era eso pero cada persona le puso el rótulo o etiqueta que quiso,. Para mí Santiago era mi hermano.

Desde casi el momento mismo de la desaparición, el caso de Santiago Maldonado despertó en la sociedad expresiones muy contrapuestas. Por un lado, enormes muestras de solidaridad, empatía, compromiso y acompañamiento inundaron masivamente las calles de todo el país. Por el otro, potenció expresiones dolientes e irresponsables impulsadas por el odio que tienen muchos hacia las personas que se revelan. ¿Qué cosas pasan por la cabeza de alguien que, habiendo perdido a su hermano en circunstancias tan extraordinarias, se le presentan en simultáneo estas dos caras de nuestra sociedad? ¿La seguirá viendo de la misma manera?

Una cosa es cuando lo ves de afuera y otra cuando lo vivís en carne propia. Me acuerdo del asesinato de Nora Dalmaso en Córdoba, no estoy seguro en qué año fue, pero no existían como ahora las redes sociales. Se llegaron a hacer remeras con la leyenda: “Yo no estuve con Norita”. Fue de una bajeza terrible, esa deshumanización se me emparenta mucho con lo vivido con Santiago. Hay una porción muy grande de gente con saña y también tenés a los que incluso han conocido a Santiago de chico, pero sabés la clase de discurso que tienen. En esas personas pesa esa cosa de “mejor no me meto” o “algo habrá hecho” o “no opino para no quedar mal”. Todo eso al principio es doloroso y provoca indignación, te dan ganas de decirle: “che, acá estoy, soy de carne y hueso y lo que digo lo digo de verdad, no es que está inventado que Santiago no está y lo estamos buscando”. Acá hasta hubo una diputada nacional que dijo que Santiago estaba en Chile con la RIM (en referencia a la RAM) y que, cuando apareció el cuerpo, llegó a bromear con que estaba conservado como Walt Disney. Esa persona, a días de haber dicho esto, obtuvo el 50% de los votos en Capital Federal. Entonces, hay cierto sector de la sociedad que necesita de ese discurso. De hecho, yo sé que el día de mañana, cuando se pueda llegar a saber la verdad, esa misma gente va a seguir pensando igual. ¿O escuchamos a alguien decir “que idiotas fuimos los años pasados cuando decíamos que no queríamos tanto Estado”? Y ahora, si no hubiera un Ministerio de Salud qué estaríamos haciendo. El año pasado, cuando salimos a apoyar al personal del Hospital Posadas, del Garrahan, eran todos unos vagos. Ahora salen a aplaudirlos puntuales a las nueve.

Acerca del limbo y del loop Judicial

Hoy la causa está paralizada. Pero la verdad es que a pesar de todo ese letargo de la justicia, yo creo que hemos logrado cosas que quizás hoy no se ven pero van a dejar un precedente. En este proceso hubo tres rastrillajes en el lugar, pero el cuerpo recién aparece en un cuarto rastrillaje casualmente dos días antes de las elecciones. Ahí existe un sinfín de responsabilidades, desde el juez Guido Otranto, a quien el día de mañana le cabrá un juicio político como corresponde; al juez Lleral que después de más de un año sin hacer absolutamente nada cerró la causa un día antes de que Argentina sea anfitriona del G-20 y a muchos otros. En el gobierno de Macri todo era pura burbuja, necesitaban hacer aparateadas y cosas infladas como cuando hicieron ese mega operativo con 400 efectivos que estuvieron en el mismo lugar donde después apareció el cuerpo pero no vieron nada. Ahora, en concreto, ningún perito, ni siquiera el Equipo de Antropología Forense, pudo determinar ni cuándo, ni dónde, ni cómo murió Santiago. Eso en la autopsia no está. Tampoco se pudo explicar cómo el cuerpo de Santiago, después de 77 días, aún contaba con cuero cabelludo, uñas y huellas digitales, cuando, de haber estado realmente sumergido en esas aguas, debería haberlos perdido en el lapso de 16 a 35 días.

Hasta este momento el expediente no ha parado de girar dentro de un loop judicial. Primero se cerró, se reabrió cuando vino la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, luego se volvió a cerrar.  Se volvió a reabrir, pasó de un juez a otro, ese otro juez no la aceptó, pasó a Cámara, luego a Casación Penal, luego volvió a Cámara hasta que por tercera vez volvió a caer en manos de Lleral, cuando está demostrado que no puede sostener imparcialidad y hasta él mismo se inhibió de tomar la causa nuevamente. Hoy pedimos simplemente que la causa tenga un juez y tenga un fiscal.

Al escuchar a Sergio hablar sobre los golpes bajos y canallas que desde el poder intentaron asestar contra él y su familia o relatar los artilugios de los distintos funcionarios judiciales para congelar la causa, cualquiera puede percibir su grado de determinación. No se exaspera nunca pero su voz no vacila. Relata hechos dolorosos y traumáticos con una naturalidad y aplomo que, mientras me sigue contando lo que piensa del gobierno macrista y del actual, me lleva a preguntarme si este tipo habrá sido siempre así. Enseguida, como si estuviera leyendo mi mente, Sergio suelta: “No es que yo esté en contra de un gobierno en especial, yo estoy en contra del Estado”. Personalmente, yo no sé nada sobre la vida de Sergio antes de toda esta locura, pero esa frase, tan anarquista, me da indicios de que efectivamente algo en él cambió. Por un momento se escucha hablar al Lechuga en la voz de su hermano, el Vikingo.

Mientras yo divago, Sergio sigue hablando. Hace instantes le había preguntado si el cambio de gobierno le generaba algún tipo de expectativa en lo que respecta al avance de la causa. Había empezado con una rápida descripción de cómo el régimen macrista presionaba y se inmiscuía sistemáticamente en la administración de la justicia. De ahí pasó a explicar el hecho de que si bien tiene buena relación con muchos de los actuales funcionarios, incluso amistad con el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, si lo tiene que putear a la hora de llevar un reclamo no va a dudar en hacerlo. “Así como te dije que valoro que hoy tengamos nuevamente Ministerio de Salud, tampoco puedo mirar para otro lado cuando las fuerzas de seguridad de la provincia de Buenos Aires a cargo de Berni reprimen como el otro día, más allá de que Berni haya sostenido y expresado que lo de Santiago fue una desaparición forzada. Eso no impide que yo cuestione, no quiero ser obsecuente, y no me gusta el grupo de aduladores. Cuando hay que llamar la atención se hace, cuando hay que felicitar o agradecer también se hace.

Ya pasó más de media hora de entrevista así que me dispongo a hacer mi pregunta final, la cual encerraba una respuesta de las que más me interesaba conocer. Luego de repasar el accionar vulgar y mafioso de la ex ministra Patricia Bullrich o de la ex diputada Elisa Carrió, entre otres, quienes incansablemente se encargaron de confundir a la opinión pública, de sembrar pistas falsas, de presionar, de extorsionar y de calumniar, no puedo dejar de pensar en la condición de víctimas por partida doble de Sergio y su familia, a quienes nunca dejaron vivir su dolor en paz. Resumidamente, lo que pretendía era que Sergio me dijera si para él alcanzaba con un fallo condenatorio a los responsables de la desaparición y muerte de Santiago, o si, además, esta debía alcanzar a aquellas altas esferas del poder que tanto habían jugado a embarrar la cancha. Después de todo lo vivido, ¿qué sería para vos lograr Justicia?

Tras un breve silencio, por primera vez Sergio respira hondo antes de responder. Que se logre Justicia sería que Santiago esté nuevamente con vida. Entonces, parto de la base de que no hay Justicia porque es imposible que eso suceda. Ahora, algo que se asemeje a eso sería llegar a la verdad. Me gustaría conocer la verdad y creo que a todos los que acompañan el reclamo, y a los que no también porque hay una necesidad de verdad. Yo quiero saber qué le pasó a Santiago, quiero saber dónde está Julio López, quiero saber qué le pasó a Luciano Arruga, quiero saber qué le pasó a Daniel Solano. Eso es la necesidad de la verdad. Porque la desaparición forzada es más que un título o una carátula. Es algo horrible porque sentís que se te cagan de risa en la cara. Estás en un lugar dónde todos saben lo que pasa y, mientras vos no te enteras, hay un montón de gente que sí sabe lo que le pasó a Santiago, dónde estuvo. Hay genocidas que están con vida y saben dónde están los y las desaparecidas y no lo dicen, se lo llevan a la tumba.

Después de esa necesidad de la verdad por supuesto que me importa la condena. No sólo para los que lavaron las camionetas, los que rompieron las fajas de seguridad, los peritos que firmaron y después recibieron subsidios, no solo toda esa cadena sino también para los de arriba, Macri, Bullrich y todos los que están en esa línea.

Mentalmente doy por finalizada la entrevista, Sergio ya me respondió todo lo que me interesaba y más. Sería bueno que empiece a pensar en algún tipo de saludo y agradecimiento antes de que termine de hablar. Pero de repente escucho: “Sentís que todos te mienten, el juez te miente, el fiscal te miente, los gendarmes mienten, todos mienten y nadie investiga nada porque a nadie le conviene. Es como dice la canción de Sara Hebe: “nadie se suicida en una comisaría y los cuerpos no aparecen flotando río arriba”. Pero el otro día apareció una chica que oh casualidad! se suicidó en una comisaría. En Gesell, días antes de lo de los rugbiers, apareció en la puerta de la comisaría un chico de 38 años que pesaba 85 kilos ahorcado con un buzo. Todo eso queda tapado. Me parece que hay que hacer un trabajo de fondo y los que lo tenemos que impulsar somos nosotros. Si yo me quedo reclamando sólo por lo de Santiago, me quedo en la cómoda mía. Hay que involucrarse. A mí me llena un montón poder hacer de puente para un pibe en Tucumán que no sabe cómo llegar a pedir ayuda. No me dedico a eso y tampoco quiero en mi vida esa mochila de hacerlo todo el tiempo, pero no me puedo quedar sólo con lo de Santiago, de hacerlo estaría mirando mi ombligo y nada más. Si todas las personas empezamos a avanzar un poquito, todo ese Poder Judicial, todos esos Cané, todos esos Bullrich se van a terminar cayendo.

En sus palabras encuentro, y estoy seguro de que ustedes también, un altísimo grado de compromiso, dignidad, humanidad y empatía. El mensaje que transmite Sergio no se circunscribe a un reclamo de justicia por una pérdida personal. Bien podría ser así y absolutamente nadie podría reprocharlo. Por encima de ello, su mensaje toma una dimensión colectiva. Él lo dice bien clarito y simple: Santiago no es el primero ni será el último en desaparecer forzadamente. Y comprender esto no parece llevarlo a ninguna resignación, más bien parece conducirlo al entendimiento de que la de Santiago, como tantas otras, es una causa colectiva.

En mi cabeza comienza a trazarse un paralelismo entre el caso de Sergio y el de la enorme Nora Cortiñas, a quienes casualmente -o no tan casualmente- conocí un mismo día. Fue en el Centro Cultural La Panadería, el 27 de marzo de 2019, donde me encontré compartiendo una mesa con Norita, “la Madre de todas las Batallas”, acompañada por el “Vikingo” Sergio Maldonado: “el Hermano de todas las Luchas”.

La mujer que denunció por abuso sexual al cura católico Mauro Enrique Cantanhede Ferreira contó a FM De la Calle que la causa judicial no registró avances y que continúa sufriendo presiones mediáticas y de integrantes de la comunidad de la Parroquia San Roque.

El 13 de noviembre se presentó en la Comisaría de la Mujer. Luego declaró en Fiscalía y, desde entonces, está a disposición de la justicia. Sin embargo, las pericias fueron programadas recién para este mes y finalmente suspendidas por la feria. Tampoco se peritaron pruebas materiales como celulares, mensajes, fotos, videos y correos electrónicos.

En una extensa entrevista, la cual puede escucharse en el audio que acompaña esta nota, la víctima señaló que hay otros dos casos de abusos de chicas que no se animaron a denunciar. “Cuando me enteré dije no soy solo yo, hay otras. Él sabía que no iba a poder hablar, no necesitaba ponerme un arma en la cabeza para que yo haga o diga una determinada cosa”.

La joven manifestó que en primera instancia no le quisieron tomar la denuncia en la comisaría: “Me decían que vaya a Fiscalía, que se movía mucho más rápido. Sin embargo, la hice. En Fiscalía me tocó hacer la ampliación y fue revictimizante por el tipo de preguntas que me hicieron. ¿Vos sabés si tiene una contextura diferente? ¿Si es más flaquito? ¿De qué manera te amenazó? Un abuso no se da si a vos te gusta o no o si la persona es más flaquita que vos, tiene que ver en el poder que ejerce sobre uno”.

A pesar de las recomendaciones en sentido contrario, la mujer decidió avanzar también en la búsqueda de justicia en el ámbito eclesial. Los juicios canónicos son procesos institucionales donde autoridades de la Iglesia Católica escuchan a la víctima y deciden -sin ninguna garantía ni devolución hacia ella- si corresponde sancionar o no al acusado. Las “condenas” van de “castigos espirituales” a la excomunión. Aunque la historia suele terminar en algún archivo secreto.

“El proceso eclesiástico quedó detenido. Me llamaron a declarar en una habitación chiquita, yo sola, con un cura de Italia especialista en derecho canónico y el padre hindú era el notario, es el que oficia misa en San Cayetano y San Roque. Me hicieron preguntas tremendas porque fue relatar todo nuevamente”.

“Hablo de vulneración de derechos porque no te permiten acompañamiento del abogado, en este caso sabían cómo estaba yo, no me dejaron entrar ni con psicóloga, ni psiquiatra, ni acompañante. Salí muy mal, temblando. Lo único que se me dijo es que se iba a analizar si dejan todo archivado o no”, relató sobre la audiencia realizada en la Curia bahiense.

Agregó que contó “todo delante del obispo, llegué a mostrarle las imágenes y conversaciones que me mandaba y él mismo obispo se tapaba la cara. No creo que la conducta se haya dado solo conmigo. Evidentemente si la iglesia lo respalda, está respaldando este tipo de conductas. Por eso digo que no quiero que le pase a más nadie, no quiero que nadie más salga dañado”.

Para la denunciante notas como la publicada semanas atrás por La Nueva en abierto apoyo al párroco cuando aún ni siquiera se realizaron las pericias a víctima y victimario, son un mensaje para acallar a otras personas abusadas.

“Las notas diciendo que él va a seguir siendo cura, que él sigue siendo normal, que ya va a poder hablar… para quienes fuimos víctimas es tremendo. Y para quienes no denunciaron les da más miedo, esa sensación de impunidad, de que si hablan no va a tener sentido. Sumado a que con esto del encierro yo tengo que estar 24 horas donde ocurrió el hecho”.

La mujer recibe tratamiento psicológico y psiquiátrico: “Duermo pocas horas y me despierto con pesadillas donde vuelvo a revivir esto. Vivo con miedo constante, cualquier estímulo que vea en una imagen, un sonido, una sensación táctil me da miedo, asco, me quiero bañar y sacarme la sensación de asco y suciedad. Quiero que esto se sepa para que se pueda actuar y que reciba la sanción necesaria, a nivel de la justicia y de la iglesia”.

El secretario general de la Unión Tranviarios Automotor y ex concejal, Ricardo Pera, fue denunciado por su ex pareja por lesiones agravadas y amenazas.

Laura Trespando se presentó en Fiscalía el 20 de diciembre junto a su hija de 22 años para dar cuenta de la violencia machista que padecía su familia y solicitar una medida de protección, la cual le fue denegada por el dr. Juan Pablo Schmidt.

“No me hagas enojar negra”, decía el acusado luego de golpearla, maltratarla o insultarla. Los “coscorrones” alcanzaron incluso a uno de los hijos -menor y con trastorno autista- de la mujer. Fue el fin de la relación.

La denunciante y su hija trabajaban en Bahía Transporte Sapem de donde fueron despedidas “sin causa”. El presidente de la empresa, Tomás Marisco, el gerente Federico Harfield y el propio intendente Héctor Gay estaban al tanto de la situación y, sin embargo, acataron las órdenes de Pera.

“Mi despido fue el paso final de todo este manoseo político y gremial, de todos estos meses para que yo no denunciara antes de las elecciones. Esto fue acordado por todas estas personas que yo nombro en esta denuncia”, afirmó Trespando.

La víctima manifestó, además, que fue obligada por directivos de UTA a renunciar al sindicato y a la mutual que cubría costosos tratamientos médicos que necesitan sus hijos.

El ex concejal será juzgado en agosto por las amenazas y golpes denunciados por otros dos ediles tras una sesión para tratar un aumento del boleto de colectivos en 2015.

Laura Trespando brindó su testimonio a FM De la Calle.

“Quiero denunciar lo que estoy viviendo para poder darle también ayuda a las mujeres que vienen atrás mío”, dijo. Su relación con Ricardo Pera comenzó en diciembre de 2012 y duró casi seis años.

Yo venía de una separación, de perder a mi papá, me había mudado a una casa más pequeña que la que estaba. No teníamos muchos recursos, estábamos bastante solas con mis hijas, que son las que siempre me acompañaron en todo. Él salió de la galera y empezó a ayudarnos. Primero aparecía con un telefonito, después empezó a venir a cenar, con sus risas y sus cuentos. La verdad que me inundó de amor y de ilusión. Pensé: al fin, después de tantos años de estar mal, conozco a mi compañero y a la persona que va a caminar conmigo y ya no va a ser tan pesado.

Todo empezó porque por ahí yo tendría alguna reunión familiar con mi mamá o con mi hermana y él ya no quería que fuera. O si iba a algún lado era una discusión o ‘te la pasás en la calle, ¿qué tenés que hacer? ¿qué necesitas? ¿no te alcanza con lo que te doy?. Era imposible tener una reunión de amigas porque para él no era necesario. Si iba a su casa no podía agarrar el teléfono -yo iba fin de semana por medio- y si mis hijas me necesitaban o querían decirme una mínima cosa yo no podía contestarles.

Si necesitaba ir al mercado iba pensando ‘que no me llame, que no me llame’. Y si me llamaba me decía ‘yo siempre te tengo que enganchar en la calle’, me decía ‘por qué no te organizás mejor, salís del trabajo, pasás por la leche y no tenés que andar dando vueltas’. No quería que estuviera en la calle para nada. Mi vida empezó a ser el trabajo, mi casa y la suya. No tenía otra cosa. Ni siquiera cumpleaños de mis hermanos ni de nadie. Todo era una discusión si yo quería hacerlo. Y si iba a algún lugar de esos lo hacía sin que se entere para evitar una pelea, para evitar… cualquier cosa.

¿Eso lo tornaba más violento?

Sí, obvio. Empecé a evitar todas esas situaciones pero cuando por ahí no me daba cuenta o no la podía evitar, venía el “coscorrón” -como él le llamaba- o un castigo laboral o empezaban los gritos y las amenazas constantes.

No recurrí nunca a ningún lado porque si yo hablaba era una desagradecida, una mal parida. Cuando estuvimos bien fuimos construyendo mi casa para ir en algún momento a vivir juntos. Cuando terminé de construirla, él no vino a vivir conmigo. Pero como me ayudó mucho en lo económico -en realidad no me ayudó porque la casa era para los dos- cuando se enojaba me decía ‘bueno, vendé todo, te vas a alquilar’. Y yo pensaba a dónde voy a ir, otra vez pierdo todo. Por ese miedo seguí sosteniendo mi relación. Además, siempre me dijo que me iba a ver de rodillas, que él no iba a parar hasta verme de rodillas.

¿Vos estabas trabajando en Bahía Transporte Sapem y tenías un rol como delegada de UTA?

Sí. Fui durante tres años delegada de UTA, hasta que me hicieron renunciar cuando yo decidí separarme.

¿Estabas rodeada tanto en lo privado como en lo laboral?

Totalmente.

¿Cuándo terminás con esa relación y decidís hacer la denuncia?

Yo rompo con eso porque en una de las últimas peleas él me pegó en casa y estaban los nenes. Estaban en el living y no vieron la situación, pero estaban. Por el miedo, no solo a que ellos vieran sino a que siguiera, presioné la alarma para que sonara, tiene un botón de emergencia. Empezó a sonar, él se asustó y se fue. Pensé para mí: esta es la última vez que tengo que permitir esto en casa.

Uno de mis hijos tiene autismo y él en dos ocasiones lo golpeó. Hasta ahí era. No solamente venía sufriendo en daños o amenazas permanentes o en maltrato, que ya era nuestra forma de relación. No me di cuenta, llegó un punto en que pensé que era así la forma de relacionarse, venía de dos fracasos y empecé a pensar que era yo.

Conversando con amigas, con gente que quiero, o con mi hija que en algún momento se enojó conmigo por las cosas que yo permitía, vi que eso no es natural, normal. Pero cuando estaba viviendo eso no… seguí nada más.

¿Cómo es tu situación laboral y económica hoy?

Perdí el trabajo, perdí todo sustento. Además, ella (Ndr: su hija) que también fue despedida comenzó a trabajar en una heladería y Ricardo llamó al dueño para que la despidan. Y así pasó.

Fui a ver al intendente con la denuncia en la mano para que me reciba. Está al tanto de toda esta situación porque Sapem es en su mayoría municipal. No me recibió porque supuestamente para él esto es una cuestión personal. Yo creo que excedió lo personal, todas las personas de mi empresa sabían lo que estaba pasando y vieron las veces que iban y me retiraban de mi oficina y me obligaban a renunciar a mi cargo o a la mutual o a la afiliación.

¿Eso cuándo ocurrió?

Yo decido separarme de él y lo primero que hace es hacerme renunciar a mi cargo de delegada del gremio. Un par de meses después despide a Maite. Como yo sigo sin querer volver con él, me hace renunciar a la mutual. Yo dependía de eso para los costos de mi hijo. Después me hace renunciar a la afiliación. Quedo totalmente desprotegida en mi lugar de trabajo. En Sapem si no sos afiliado al gremio quedás afuera casi inmediatamente, así funciona. Yo coordinaba el sector de monitoreo.

¿Cómo te hacen renunciar?

Estaba sentada en mi oficina y aparecen dos compañeros suyos, el secretario adjunto y el secretario gremial. Me piden que renuncie con una hojita y yo les dije que no quería renunciar, que me quedaba sin cobertura para F.. Ellos lo conocen, hacemos un tratamiento en Buenos Aires de estimulación magnética transcraneal en INAC. Me dijeron que no, que ellos tenían que llevar esa hoja firmada y que no había opción, que no tenían explicación que darme y que hasta ahí había llegado mi momento. El secretario adjunto me dijo: ‘firma calladita así no te pasa nada’. Firmé y se fueron.

Yo siempre trabajé del lado del gremio, representando a mis compañeros, no les había faltado nunca. Siempre trabajé a la par de ellos, a pesar de que no me permitían estar en asambleas o convocatorias por mi condición de mujer.

Y así fue…

¿Y de Sapem te echaron?

Me quisieron hacer renunciar. Ricardo me obligaba a renunciar pero no quise. Me empecé a asesorar, el gerente y el presidente me decían que no renuncie. Me derivaron a distintos sectores, a Tránsito y Transporte…

¿Federico Harfield y Tomás Marisco estaban al tanto de toda la situación?

Claro, obvio, ellos estaban al tanto de todo. De hecho, Marisco en una de las venidas del gremio a la Sapem me vio demasiado sensible y me derivó al Departamento de Género. Me recibieron tres veces y también estaban al tanto de todo. Creo que no pudieron cuidarme. Tomás en cierta forma hizo lo posible para derivarme y no dejarme sin empleo pero finalmente no quedó otra, todos acataron su orden.

¿Renunciaste?

No, me despidieron sin causa.

¿Cómo te sentís hoy?

¿Cómo me siento hoy? Totalmente sola. Cuando cuento que se trata de Ricardo Pera todas las personas que podrían ayudarme no pueden. Porque tienen miedo o por intereses creados no me pueden ayudar. Fui a hablar con mi abogada y me dijo que si estaba fuerte me acompañaba.

¿Tuviste algún tipo de consecuencia?

Sí, él me mandó a decir por terceros que desestime la denuncia, que los muchachos me van a hacer mierda. Esas fueron las palabras que me llegaron. En esta denuncia presenté audios, fotos, pero bueno, no me dieron la perimetral.

¿Con qué argumento?

Que los golpes eran viejos.


Si vos o alguien que conocés vive alguna situación de violencia, llamá gratis al 144 o contactate con la Red Local de Violencia de Género [email protected]

“Hace diez años la experiencia del aborto en la clandestinidad venía asociada a una cantidad de afectos que tienen que ver con el secreto, la culpa, el miedo, consultorios clandestinos donde las mujeres se exponían a maltratos. Quizás ahora con acompañantes, el activismos de profesionales del sistema de salud, los medicamentos, ya podemos escuchar relatos de mujeres que tuvieron una gestación no deseada y pudieron abortar y salieron con una sensación de alivio, que tuvieron una buena atención. El movimiento no solo ha tenido nuevos argumentos sino también en nuevas experiencias de vida”.

Nayla Vacarezza es socióloga y se dedica a estudiar el carácter político de los afectos en la subjetividades de quienes abortan. Publicó un libro junto a July Chaneton: “La Intemperie y lo Intempestivo: Experiencias del aborto voluntario en el relato de mujeres y varones”.

Esta semana expuso en la Cátedra Libre por el Aborto Legal Seguro y Gratuito.

El aborto al Congreso

Debemos seguir reflexionando sobre ese enorme acontecimiento político que fue el debate legislativo producto del trabajo obstinado del activismo. Creo que el debate parlamentario dio una oportunidad para poder palpar qué significa un debate legislativo, fue una gran acción pedagógica que nos permitió como sociedad incorporar saberes y, a nivel microsocial, abrió nuevas posibilidades sobre un tema tan estigmatizado y silenciado que de pronto se hablaba a flor de piel.

Aspiramos a la transformación legal pero lo que tenemos que transformar es la cultural. La batalla se gana en el plano de la ley pero también la tenemos que dar en el plano de los afectos, de la salud, de la educación, de las imágenes.

Las imágenes del aborto

Dentro de las formas en que está estructurado el debate, las imágenes y los afectos tiene un rol protagónico, cada vez se usan más para las discusiones y a veces no prestamos atención. Lo cierto es que los antiderechos tienen una política visual y afectiva muy articulada que vienen importando de los Estado Unidos y tiene que ver con asociar el aborto con el terror, con la culpa, con los pánicos morales.

De manera reciente logramos articular nuevas imágenes que pueden hablar del dolor del aborto clandestino, de la humillación de no poder hablar en voz alta cuando estás llevando adelante un embarazo que no podés soportar. No es solamente el dolor y la victimización, el aborto puede articular solidaridades entre mujeres, puede traer conciencia política. Podemos pensarlo como una afirmación vital.

“Estructura del sentimiento”

Es un concepto de un teórico marxista, Raymond Williams. En su formulación nos invita a pensar que son algo que está estructurado, no natural que sentimos al azar. Cuando se habla del aborto como algo terrorífico se está imponiendo una estructura de sentir, como un vestido de seda mojado, no es algo elegido ni natural sino que viene estructurado socialmente. Las estructuras del sentir son algo que los movimientos estamos batallando por cambiar. Las estructuras de sentir son un ámbito de batalla política.

“En enunciación, el Estado Argentino es laico. Si bien hay libertad de culto, no hay igualdad. Hoy se vulnera gran parte de la libertad de conciencia de la ciudadanía”, argumentó Fernando Lozada, fundador de Ateos y Ateas de Mar del Plata y de la Coalición Argentina por un Estado Laico.

Disertará esta tarde sobre “Laicismo para ser iguales en la diversidad”. Desde las 19 en Colon 80.

“La idea es hablar de cómo construir una sociedad diversa viendo la diversidad como un valor positivo. Como ateos no queremos un mundo de personas iguales, quien quiera ser creyente que lo sea como hacemos en una sociedad diversa para convivir y tener igualdad de derechos y de garantías”, dijo en FM De la Calle.

La charla apuntará a recorrer las tensiones entre laicismo y clericalismo durante los últimos 200 años. “El propio Estado está formado sobre una estructura clerical: tenemos como una santísima trinidad, los tres poderes. La propia estructura se hermana con el clericalismo porque tienen un origen en común. Pensemos que el monoteismo trajo la idea de poder verticalista que las instituciones terminan heredando”.

Lozada comentó que “cada golpe de Estado nos trajo retrocesos en ese sentido, los privilegios de la Iglesia son de esas épocas, cada golpe de Estado fue clerical. Eso nos dejó un residuo importante en legislación: que un obispo gane el 80% de un juez nacional de primera instancia, que los curas de frontera cobren sueldos o que toda la curia tenga viáticos pagados por el Estado dentro y fuera del país o que los seminaristas tengan becas.  Son todos privilegios que hemos heredado de las dictaduras y que ninguna democracia ha tenido el valor de quitarlos”.

Lozada se refirió al crecimiento del evangelismo neopentecostal en Latinoamérica: “Es un movimiento que parte de la instalación en el sentido común a través de algo que se llama teología de la prosperidad, el neoliberalismo”.

“Hay una estrategia diferente entre la Iglesia Católica y estos grupos: la Iglesia infiltra el Estado, no tiene participación de los partidos políticos. Abandona ese proyecto para, a través de la infiltración que en Argentina hizo a través de las dictaduras, enquistarse en la cosa pública y de ahí influir en las políticas”.

“Los movimientos neopentecostales vienen a atravesar la política, a tener funcionarios elegidos por el pueblo que obedezcan a estos movimientos. Cuando la Iglesia no tiene tanto poder dentro del Estado ahí pueden avanzar los derechos humanos”.

El primer encuentro sera a las 18 en el salón de actos de la UNS en Alem 1253. Abordarán el recorrido histórico del movimiento feminista en la lucha por la legalización del aborto.

Griselda Cifuentes, integrante de Socorristas en Red, señaló a FM De la Calle que “nos parece importante poder arrancar con un recorrido histórico del movimiento feminista”.

“La diferencia de este año con el anterior, por lo menos lo que nos propusimos, es darle una mirada más integral. Son seis encuentros y en cada uno hay una cuestión específica. Esta vez un abordaje legal y de derecho, va a haber dos encuentros de educación sexual integral y, además, vamos a estar desde el socorrismo cerrando la cátedra con una socióloga”.

“Estamos con ganas de poder encontrarnos, de poder ir disputando sentido, sobretodo en estos lugares que son los que principalmente se oponen.  La invitación es abierta a toda la comunidad, incluso a personas que también hayan pasado por esta situación. Es importante que las profesionales podamos empezar a escuchar estas demandas”.

“Hemos tenido las crisis más graves de la historia desde el ’76 para acá y pasa mientras el neoliberalismo intenta profundizar sus cambios. Las crisis existen porque la sociedad resiste. Si no, directamente hubiera avanzado. Si vemos países de la región donde se ha instalado el neoliberalismo es porque la sociedad civil se ha quebrado”, comentó el politólogo Sergio De Piero.

A las 19 participará del panel “Paradigmas de trabajo social en contextos neoliberales” organizado por Cáritas Bahía Blanca en el marco de su 50º aniversario. Lo acompañarán Marina Huentenao y Walter Rezutti, ex directores de la institución.

“Me parece interesante que cualquier organización se plantee revisar su historia en función de la historia social. Lo central es el aceleramiento de la crisis, en los últimos dos años ha habido una profundización, mucha gente vive una situación realmente crítica”, dijo De Piero.

Huentenao, quien actualmente se desempeña en el área de Economía Solidaria de Cáritas, destacó que su ingreso a la entidad fue durante la crisis de 2002.

“Empecé a estar en reuniones con mujeres donde pensábamos qué cuestiones podíamos abordar con un grupo que tenía mamás y chicos desnutridos. Un día estábamos en una reunión y un nene lloraba mucho y cuando le pregunto qué le pasa, la mamá me dice ‘es que no llegamos al comedor y tiene hambre’. Pensé que no iba a volver ver más pibes con hambre y nos encontramos en un contexto donde el hambre no es ajeno a ninguno de los estratos que Cáritas acompaña”.

Respecto a las políticas implementadas por el gobierno nacional, De Piero comentó que “Macri nunca tuvo, o por lo menos no lo desplegó, un proyecto de Estado. Se retiró el Estado de algunas áreas, que como eran sectores más o menos cercanos se iban a comportar en línea con los postulados del gobierno, pensar que las crisis se resolvían solas. De la mano de eso, propone la solución individual. Es incoherente desde el planteo, no hay manera que se engarcen estos dos elementos”.

Mencionó dos dimensiones: “Por un lado la sociedad argentina volvió a mostrar un movimiento social con gran capacidad de organización y respuesta. La crisis no es más grave porque hay movimiento social que se ha plantado. Ahora, volver a construir cosas como el empleo no va a costar ni un año ni dos. El daño infringido al sistema productivo ha sido muy grave”.

Por su parte, Huentenao comentó que uno de los ´principales desafíos de Cáritas es que “si con las líneas de trabajo que venimos desarrollando podemos responder a las demandas de la gente”.

Finalmente, el politólogo dijo que “ahora se impone la emergencia y es muy claro el problema de acceso a los alimentos. Estamos acostumbrados a que uno vaya a dos supermercados y haya diferencia de precios. esto no es capitalismo esto es una economía desquiciada. No es razonable, el Estado se ha retirado”.

“Esta escisión que hacemos con el bife, de no considerar que viene de una vaca que mataron, que estuvo hacinada, que vivió horriblemente mal, la hacemos con el otro y entonces podemos discriminar, matar, total es otra cosa”, dijo a FM De la Calle la escritora Agustina Bazterrica.

La autora de Cadáver exquisito -distopía en la cual a falta de animales se cría, procesa y consume carne humana- lo denominó “canibalismo simbólico”.

Se trata de “entender cómo discriminamos al otro, cómo es la violencia y cómo lo comemos simbólicamente. El ejemplo más tremendo es la trata de personas, hay mujeres y hombres canibalizados todos los días de su vida, violados todos los días de su vida, que están ahí cautivos y van a morir ahí”.

A raíz de un aparente virus, los animales se vuelven incomibles y se empieza a faenar humanos en frigoríficos. El protagonista, Marcos Tejo, trabaja en ese circuito de la carne humana. La novela empieza con él haciendo el recorrido, va a la carnicería, a la curtiembre y al criadero humano donde el dueño le hace un regalo empresarial: una hembra para que crie o faene. En definitiva, Marcos tiene una mujer desnuda en su galpón.

-Una mujer con algunas particularidades…

Es una mujer comestible, un producto que en la novela se define como “cabeza”. No tiene cuerdas vocales y tiene una marca de fuego en la frente, que es la que hoy le ponemos a las vacas.

-¿Cómo fue la investigación?

Soy obsesiva, estudié un montón, no solo textos relativos a cómo se procesan los animales, sino ficción y textos filosóficos.

-¿Cómo llegas al tema?

La novela está dedicada a mi hermano, Gonzalo Bazterrica, que es chef y tiene un restaurante a puertas cerradas acá en Buenos Aires. Lo que me interesa de Gonzalo es que es un estudioso de la alimentación consciente y gracias a las charlas con él y a mi propia investigación hice un cambio de alimentación y en ese proceso dejé de comer carne.

Cuando lo hice fue como que se corrió un velo, fue como tomarme la pastilla de Matrix, se abrió otro mundo. De ver el bife en el plato y pensar esto no es más un bife, esto es un pedazo de un cadáver de un animal que mataron y la revelación de cómo, el hecho de elegir algo íntimo que no influye a nadie, impacta en el resto de la gente. Me hicieron bullying, siempre que digo que soy vegetariana hay una reacción, con chistes o con alguna defensa del otro lado. La gente no se queda pasiva cuando le decís eso.

Un día pasé por una carnicería y vi pedazos de carne y dije acá hay cadáveres y lo naturalizamos completamente. En la India la vaca no se come porque es sagrada y acá sí. En China, según lo que leí, se comen perros y gatos y acá los tenemos como mascota. Entonces dije: esto es una cuestión cultural, podríamos perfectamente comer carne humana y legalizarlo.

Ahí surgió el germen de la novela, empecé a investigar y un día me senté y la escribí.

-¿Por qué crees que se les hace bullying a quienes manifiestan no comer carne?

Es una posición política dejar de comer carne. Estás yendo en contra de una tradición muy arraigada, sobre todo en Argentina.

La otra vez hablaba con un periodista de Finlandia -el libro se tradujo a nueve idiomas, entre ellos el finés-, él me decía que al principio pasaba esto de la enorme resistencia, ahora ya no porque está más naturalizado, hay muchas opciones para veganos y vegetarianos.

Pero, sin dudas, creo que en el inconsciente hay algo que dice sé que esto que estoy comiendo viene de un animal que mataron, que claramente no quiere morir, ni como vos ni como yo ni como ningún otro ser, pero lo naturalizamos y al momento de comer el bife no pensamos en eso. Cuando viene un vegetariano eso aparece de alguna manera. Yo siempre aclaro que no soy fanática, no me interesa ninguna forma de fanatismo, me parece una forma de violencia, tampoco me interesa el fanatismo vegano por más que coincido en su forma de pensar. Cada cual vive sus procesos. Cada cual sabrá, a veces no podés exigir a una persona que deje de comer carne, por un montón de cuestiones.

-La novela va mucho más allá en la crítica, hacia el capitalismo o esta idea de canibalismo simbólico.

Exactamente. Lo que critico es el capitalismo del cual somos todos hijos e hijas, nos tenemos que hacer cargo de eso. Lo que hace este sistema es generar estas escisiones, estos quiebres. Nos volvemos devoradores de otros. Devoradores del otro de manera literal, como lo hacemos con los animales, que consideramos una otredad, que no entendemos, nos ponemos en un lugar de soberbia total como especie, también somos animales. Y también devoramos la otredad del otro ser humano, porque esta escisión que hacemos con el bife, de no considerar que viene de una vaca que mataron, que estuvo hacinada, que vivió horriblemente mal, la hacemos con el otro y entonces podemos discriminar, matar, total es otra cosa.

Lo que planteo en la novela -intento hacerlo muy sutilmente, no pretendí escribir un manifiesto ni un panfleto vegano- es entender cómo discriminamos al otro, cómo es la violencia y cómo lo comemos simbólicamente. El ejemplo más tremendo es la trata de personas, hay mujeres y hombres canibalizados todos los días de su vida, violados todos los días de su vida, que están ahí cautivos y van a morir ahí. La trata es el tercer negocio más productivo del mundo, con las drogas y la venta de armas.

Este sistema está porque lo permitimos todos. Un camino es ser solidarios con los otros. No sé si dejar comer carne es la solución a algo, no sé si intentar dejar un impacto positivo en el mundo todos los días es la solución porque por ahí mañana explota. No sé. No quiero vivir sin saber que lo intenté.

-¿Se trata de romper ciertas naturalizaciones? Esto de llevar al extremo de comerse un par, pasa todo esto alrededor tuyo como si nada…

Está la matriz de la carne, la enorme matriz del patriarcado que viene del capitalismo. Naturalizamos que las mujeres y las minorías tienen menor valor que los hombres. La gran matriz de la medicina, tal como la conocemos arrancó con fuerza en el siglo XVIII, la Organización Mundial de la Salud está bancada por Rockefeller.

Hay cosas que cuestionarse, tomar decisiones, informarse para vivir menos esclavos. El tema de la libertad es polémico, porque hasta qué punto somos libres, pero al menos empezar a cuestionarse y abrir otras puertas de realidad.

Yo intento plantear eso con la novela.

-Hasta qué punto somos libres o nos dejan ser libres, hasta qué punto podemos acceder a determinadas informaciones. En la novela propones un trabajo con eufemismos, palabras que no se dicen, silencios, ¿por qué te interesa eso?

El lenguaje es un gran constructor de realidad, nos constituye, nos da identidad y está vivo. El lenguaje oficial es el que en general encubre, la literatura, especialmente lo veo en la poesía, es la que descubre.

Por eso en las grandes distopías -si bien la única que leí cuando estaba terminando la novela fue “El cuento de la criada” de Margaret Atwood-, había leído “Fahrenheit 451”, “1984” e inclusive en “El cuento de la criada”, se queman libros, se prohíben, se generan nuevas palabras y se prohíben otras. Me parecía importante pensar cómo el lenguaje es otro de los constructores de realidad y que puede aprisionarnos o liberarnos. Ahí intervienen los medios, las instituciones, los médicos, el Estado.

-¿Qué repercusiones tuviste con el libro?

Es maravilloso todo lo que está pasando con el libro, es el sueño de la escritora. Aparte que va por la cuarta edición, está traducido a nueve idiomas y que se va a hacer la serie, lo mejor es lo que le pasa a lectores y lectoras que me escriben todo el tiempo.

Mucha gente dejó de comer carne luego de leer el libro. Otros se comieron un asado después, pero reflexionaron muchas cosas. Una persona me denunció en la Sociedad Argentina de Escritores porque estaba indignada con el final, eso para mí fue muy hermoso.

Lo mejor para mí es que lo están dando en muchas escuelas, he ido a hablar a algunas y tener a los alumnos y alumnas hablando del libro, me han regalado obras de arte, hicieron book trailers, se re copan, los profesores me han dicho que lo leen todo y se lo van pasando a los amigos.

Independientemente del premio Clarín, que lo valoro y da la posibilidad de masividad, yo creo que el libro funciona por el boca a boca, podés ganar el premio pero si no funciona el libro queda ahí. Y esto de la cuarta edición es porque la gente, a pesar de todas las sensaciones horribles que tiene cuando lo lee, al mismo tiempo no puede dejar de leerlo.

-¿Qué libros recomendarías para continuar la lectura una vez finalizado Cadáver Exquisito?

Tengo mil libros. Siempre recomiendo autores argentinos contemporáneos. Ángeles Salvador tiene un libro que se llama “El papel preponderante del oxígeno”; Roque Larraquy escribió “La comemadre” que la rompe; Gabi Cabezón Cámara escribió “Las aventuras de la China Iron” que es increíble; “El artista más grande del mundo” de Juan José Becerra; tres nouvelles de terror que están en un solo libro de Diego Muzzio que se llama “Las esferas invisibles”; y una autora española que publicó en Argentina que se llama Ariadna Castellarnau que escribió “Quema”, una distopía impresionante.

Marina Benítez Demtschenko vivió en carne propia los vacíos de la ley ante delitos informáticos, una pesadilla a la que tuvo que enfrentarse cuando su ex pareja difundió material íntimo sin su consentimiento.

Desde ese entonces viró su profesión, la abogacía, hacia la defensa de los derechos de las mujeres ante delitos de violencia machista en internet y creó la organización “Activismo Feminista Digital”. Diserta esta tarde en la Cátedra de Violencia de Género de la UNS.

“Tomé conocimiento de todo un sistema disfuncional desde el Estado para el abordaje de esta problemática, a partir de ahí empecé a estudiar y me comprometí con un proyecto de ley para la penalización de toda agresión digital dentro de la violencia machista”, comentó en diálogo con FM De la Calle.

La violencia machista online no solamente apunta a la difusión de material íntimo sino también “al acoso virtual,  comprende el acecho, el hostigamiento por cuentas conocidas o anónimas, o hackeo de redes sociales. Todas estas facetas de violencia machista vulneran un montón de derechos fundamentales de las mujeres”.

“Los varones lo sufren en un mínimo porcentaje, por eso reconocemos que es violencia machista, somos más víctimas nosotras porque hay un sistema que no acompaña, una sociedad que culpabiliza, que nos condena. Lo que pasa con el resto de las violencia pasa en Internet porque allí también se refleja el machismo”.

Desconocimiento en organismos estatales

“El gran problema radica en la falta de preparación del personal del Estado, estamos combinando no solo la perspectiva de género, que es tan compleja para incorporar, adicionado al conocimiento de cómo operan las tecnologías”.

“Por eso es que desde la organización proponemos la alfabetización digital de las usuarias, que comprendan cómo deben llevar adelante la autogestión de las plataformas, que conozcan sus derechos digitales. Y, además, la capacitación a agentes del Estado”.

“Más que cuidarnos nosotras lo que decimos es que pongamos el foco en los agresores. Esto no está bien. También exigirle a los varones que dejen de normalizar la exposición de la intimidad de las mujeres y que entiendan que estas tecnologías les permiten impunidad. Que no sea un delito no significa que no cause daño. Estas prácticas son delitos en otras partes del mundo, hay que generar concientización muy fuerte sobre los varones porque el grupo del fulbito o de los pibes del barrio está lleno de material no consentido de mujeres en la intimidad”.

La libertad de expresión como uno de los derechos más socavados por la violencia machista

“El machismo en internet es censura porque desacredita, humilla y, como efecto colateral, hace que llames vos a la autocensura para no recibir violencia en los niveles que recibimos. Para evitar eso cierro las cuentas, no hablo, no participo. Así opera el machismo que no quiere que estemos presentes en los espacios digitales”.

“Estamos hablando de apologías de femicidios, cosas muy bravas, por eso tratamos de apuntar a la alfabetización de las usuarias en el plano legal. Esto es un delito. Queremos incentivar a la denuncia porque permite el reflejo en estadísticas para luego realizar políticas públicas”.

Qué reproducir en los medios y qué no

“La falta de terminología adecuada. Vemos noticias sobre pornovenganza que como término tiene un corte sexista porque no es porno ni venganza, es material íntimo lesionando la intimidad y privacidad de una mujer”.

“Por otro lado se juega mucho con el morbo de `te voy a mostrar este material´ y se continúa con la viralización. Lo mejor que podemos hacer es inhibir la continuidad de esa circulación. Ir contra lo que efectivamente genera el click, contra el morbo para la atención publica. La vida íntima de las mujeres motiva la atención pública y se utiliza como producto”.

“Hay muchas voces que hoy no están en el espacio público y tienen mucho para decirnos. ¿Cuántas veces encontramos las mismas voces, las mismas entrevistas, las mismas respuestas previsibles de los “opineitors” de turno? Es un laburo encontrarlas, es parte de nuestra tarea y desafío”.

Ana Cacopardo es periodista, documentalista y actualmente realiza el ciclo de entrevistas Historias Debidas que se emite por Canal Encuentro. Esta tarde participará de la Cátedra Libre de Violencia de Género de la UNS -a las 19 en Colón 80-. Antes, analizó en diálogo con FM De la Calle el lugar que ocupan las resistencias en los medios de comunicación.

“Me interesa pensar violencias y resistencias. Hace muchos años trabajo con entrevistas de fondo, con la voz testimonial, pensar qué ilumina la voz testimonial, qué nos trae para reflexionar, no solo las formas que asume la violencia y las formas de las resistencias”, comentó Cacopardo.

“Hay una cita de Italo Calvino que dice que en la comunicación el eslabón más importante es el de la escucha. Estamos en un tiempo donde escuchamos muy poco y siento que ese es el primer paso que hay que dar cuando laburamos con la voz testimonial de las víctimas, que no solamente nos vienen a traer un reconocimiento de la violencia sino también otras cosas, son sujetos políticos. Desde el dolor se han generado activismos que son resistentes, sujetos políticos que han ensanchado nuestra democracia”.

“¿Cómo visibilizamos violencias? Si no lo hacemos se naturalizan. ¿Cómo hacemos para que, por ejemplo, contar un femicidio no sea instalar en la voz pública la voz del femicida? Y, al mismo tiempo, cómo cuando trabajamos con las víctimas no las pensamos como eso nada más sino como sujetas políticas”, finalizó.

Se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley que impulsa la creación del Instituto Nacional del Libro Argentino. Alejandro Dujovne, investigador del Conicet y especialista en historia y sociología del libro y la edición, comentó a FM De la Calle los alcances de la iniciativa.

“Uno de los capítulos importantes de la ley es la creación de un observatorio del libro y la lectura. Por otro lado, la industria del papel en la Argentina está monopolizada, ellos deciden cuánto salen los libros. También tiene que ser discutido qué políticas tenemos para llevarlos a los barrios populares”, comentó Dujovne.

El doctor en Ciencias Sociales señaló que “en cuatro años, del 2014 al 2107, hubo una caída sustantiva en la cantidad de personas que dice haber leído un libro al año. Una respuesta simple son los cambios tecnológicos pero esa es una decisión superficial porque el gusto e interés también se definen por las políticas públicas. En ese período han desaparecido los planes de lectura del Ministerio de Educación y los planes de compra de libros de lectura”.

“El mundo del libro comprende actores desde el más visible que es escritor y de ahí en más desde el editor o editorial, traductor, editores, maquetadores, pasando por talleres gráficos, librerías que no solo son un lugar de expendio sino que es dónde se construye un valor en torno al libro”.

Dujovne comentó que “desde la Secretaría de Cultura trataron de evitar (la creación de un instituto como tiene la música o el cine) porque le da más poder a los actores del libro y eso le sacaba poder a quienes decidían cómo funciona el sector del libro del país. Hubo un consenso grande entre todos los bloques, el PRO es el único partido que no está apoyando”.

Las hojas arrancadas a uno de los diarios del escritor inglés Lewis Carrol, autor de “Alicia en el país de las maravillas”, esconden un secreto. El misterio desencadenará “Los crímenes de Alicia”, la novela que el escritor y matemático Guillermo Martínez presentará este sábado a las 18 en Rondeau 29.

En diálogo con FM De la Calle, el ganador del Premio Nadal 2019 afirmó que la obra “tiene dos intrigas: quién y porqué está intentando matar al mensajero y los ángulos posibles de la vida de Carrol: su religión, su inclinación a la lógica matemática, sus aportes a la fotografía y la relación perturbadora con el desnudo infantil”.

En “Pierre Ménard, autor de El Quijote” Borges crea a un escritor que intenta reescribir el clásico de Cervantes sin copiarlo. Martínez utiliza en su novela “niveles Pierre Ménard”: “Los desnudos infantiles de aquella época victoriana hoy son mirados como delitos infames. Cómo los mismos hechos en distintas épocas tienen significados totalmente opuestos”.

“Creí advertir algo que traté de sugerir en la novela, Alicia es una niña inglesa bien educada, con normas y formas de hablar estereotipadas que cree con firmeza en esas leyes. De pronto, es lanzada a un mundo hostil, burlón, donde esas armas que te dan de niño ya no son suficientes, esa angustia tiene que ver con la educación de la infancia y el salto a la adolescencia donde uno conoce el mundo con sus niveles pesadillezcos”, comentó el escritor bahiense.

“Los crímenes de Alicia” es la secuela de “Crímenes Imperceptibles”, obra ambientada en Oxford y protagonizada por el profesor Arthur Seldom y el estudiante argentino G.

El director del CONICET, Ernesto Bjerg visitó FM De la Calle, destacó la labor de la institución en términos académicos y resaltó la falta de presupuesto.

“El problema es el financiamiento, el centro científico tiene un costo de funcionamiento, los fondos que nos llegan no alcanzan para cubrir servicios, luz, gas, limpieza, retiro de material biológico, vigilancia. El resto que nos queda para funcionamiento es el 1%”.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas es el organismo de ciencia y tecnología por excelencia en nuestro país .”La idea era fomentar la investigación, se veía la necesidad de generar un organismo más allá de la docencia, generar la formación de gente en carreras científicas y tecnológicas”.

Infraestructura

El edificio dónde actualmente se encuentra el organismo tiene 30 años antigüedad y problemas de mantenimiento. “Tenemos un déficit de años de no hacer mantenimiento de las cosas, por ejemplo, cubiertas de losa que se llueven, cada tanto hay que acomodarla y así muchas otras cosas. Hay una pequeña partida para hacer arreglos. Es una pelea mes a mes, el presupuesto está aprobado pero el problema es que se reciban los fondos”.

“Lo mismo pasa con la investigación. Ese dinero de proyectos de institutos, nos llega en cuentagotas. Los proyectos personales están muy atrasados en el cobro y vienen con lentitud en la rendición”.

Ingresos 

“En total tenemos 26 mil empleados donde tenemos más becarios que investigadores, lo cual es saludable, 1.7 becarios por cada investigador. Hoy estamos en una situación de ingreso más o menos equivalente con la que me toco a mí en 1979, era muy difícil ingresar”.

Financiamiento privado

Consultado acerca de la posibilidad de que el financiamiento privado de algunas investigaciones condicione la labor científica, Bjerg lo negó enfáticamente.

En casos como la contaminación del estuario donde una pericia de la Facultad de Agronomía de la UBA probó científicamente la existencia de “altas concentraciones bioacumuladas de cadmio, plomo, cromo y cobre en branquias e hígado de todas las especies analizadas” y el IADO sostuvo que “es un sistema impactado pero que no pone en crisis la salud humana”, el director afirmó que “en ciencia es algo básico, puedo formular una hipótesis y después decir tal o cual cosa. Después presento los datos que tengo y la fundamentación. Lo que es importante es que el dato sea honesto real y concreto”.

CONICET y Municipio

Bjerc comentó que “hay diálogo con las autoridades, tenemos un Consejo Asesor, donde juntamos las autoridades locales, incorporamos organismos provinciales, representantes de las cámaras gremiales y la universidad. Hubo un cambio porque estaba visto que nosotros nos presentábamos y le explicábamos que pasaba, pero tenía que ser al revés, ellos preguntarnos qué necesitamos”.